El torneo de Wimbledon, que se jugará entre el 27 de junio y el de 10 de julio, no admitirá a los tenistas rusos ni bielorrusos, a causa de las sanciones impuestas a esos países tras la invasión de Rusia a Ucrania que desató la guerra, iniciada el 24 de febrero. En este contexto, la jugadora Natela Dzalamidze, oriunda de Moscú, cambió su nacionalidad y aparece en la nómina oficial de la WTA como georgiana.
De esta manera, la especialista en dobles que ocupa el puesto 43 del ranking internacional podrá ser de la partida junto a su compañera serbia Aleksandra Krunic.
En este sentido, el vicepresidente de la Federación de Tenis de Georgia, Alexandr Metrevelide, manifestó el apoyo hacia la jugadora adoptiva: “Es una buena noticia para Georgia, para su deporte y para la popularización de todo el país”.
De origen georgiano, pero nacida en Moscú, Dzalamidze, durante toda su carrera deportiva compitió defendiendo los colores de Rusia. “Ha sido una decisión tomada a conciencia. Hace mucho que Dzalamidze tiene pasaporte georgiano”, recalcó Metreveli, quien además destacó que la deportista es muy conocida y ahora “competirá por su patria histórica”.
Por su parte, la tenista local más destacada, Leila Meskhi, bronce en dobles en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, afirmó en declaraciones a Efe que el paso dado por Dzalamidze es “muy importante para Georgia”. “Nuestro país es conocido en el tenis gracias a Nikoloz Basilashvili. Ahora tenemos la oportunidad de que en el tenis femenino la bandera georgiana esté presente en los torneos más prestigiosos”, dijo la leyenda olímpica.
En tanto, el presidente de la Asociación Femenina de Tenis (WTA), Steve Simon, dijo que las jugadoras rusas y bielorrusas “no deben ser excluidas” de los torneos por un “liderazgo autoritario”, en alusión al conflicto bélico. “Ellas no deben ser penalizadas con la exclusión de los torneos debido a un liderazgo autoritario”, aseguró el directivo estadounidense en declaraciones brindadas a la BBC.
A causa de la situación actual, los y las atletas de la región no pueden competir bajo el nombre o la bandera de su país, ni jugar en competiciones por equipos. “Nunca se sabe lo que puede deparar el futuro, pero puedo decir que nunca hemos prohibido a los atletas participar en nuestra gira debido a las posiciones políticas que su liderazgo puede tomar. Se necesitaría algo muy significativo para cambiar”, subrayó Simon.
Por su parte, un grupo de jugadores afectados analizan realizar una acción judicial contra los organizadores de Wimbledon, quienes les negaron la participación debido a la guerra. El caso lo lleva un abogado francés especializado en derechos humanos y lucha contra la discriminación que intentará, como primer paso, una conciliación, aunque también están considerando iniciar acciones legales, según publicó el diario francés L’Equipe.
La decisión de los organizadores del certamen supone un duro golpe a las ambiciones del ruso Daniil Medvedev, quien se perderá el segundo Grand Slam además de otros torneos previos, ya que fue operado de una hernia. El ruso se había manifestado claramente en contra de la guerra y su compatriota Andrey Rublev -quien mantuvo la misma postura- dijo que “muchos me critican solo porque soy ruso, pero a pesar de ello quiero demostrar que el deporte une”.
La prohibición de los jugadores rusos y bielorrusos ha dividido al mundo del tenis, y la semana pasada, el US Open (último Grand Slam del año) anunció que no seguiría el ejemplo de Wimbledon, con jugadores de ambos países elegibles para competir bajo una bandera neutral.
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