A pesar de que Omar Chávez dio la apariencia de lograr una derrota por nocaut, no pudo con los golpes certeros de Rafael Ortiz en la confrontación entre los pugilistas en Culiacán, en el estado Sinaloa.
Esta pelea tenía especial significado para la familia Chávez pues era el regreso del menor de la dinastía Chávez al cuadrilatero. Pero los golpes certeros y agresivos de Ortiz lograron terminar con las aspiraciones de Omar.
Ortiz llevó un ataque agresivo desde los primeros minutos de la confrontación, y a pesar de haber perdido el equilibrio, logró amedrentar a su contrincante cerrando distancias, estrategia que mantuvo hasta el final de la contienda.
Sin embargo, en el segundo round el hijo del César del boxeo hizo de la suyas para golpearlo en el hígado, lo que desequilibró a Rafael y lo dejó unos segundos en una terrible posición.
Esto indicaba que su prioridad sería conectar golpes a las partes blandas. Pero no fue así, ya que el Terremoto apuntó a la cabeza y buscó conectar diversos golpes para romper la defensa de su adversario, quien a pesar de los duros embates de Chávez, continuó acertando varios cañonazos al rostro de Omar.
Para el séptimo round, Chávez ya mostraba una lesión en la ceja y volvió a los golpes contra las partes blandas de Ortiz ante la desesperación. Para el octavo, también se abrió una herida en el ojo derecho de Amarillas Ortiz.
En la recta final, los pugilistas, visiblemente cansados, dieron lo último de sus energías para el último round en el que Chávez resbaló, cosa que terminó afectando los puntajes.
Y a pesar de que los números eran sumamente reñidos, la decisión de los jueces, al final, dio la ventaja de forma unánime a Rafael Ortiz con 95-96, 93-96 y 94-98 a favor de Ortiz.
Esta sería la tercera derrota consecutiva del hijo de Julio César Chavez. Primero ante, Oziel Santoyo en Quintana Roo en abril del 2021 y posteriormente con Ramón Álvarez en Jalisco en julio del 2021. Ante esta última, el pugilista estuvo ausente un año.
Amarillas Ortíz, por su parte, con 27 años, acumula 14 (ahora 15) victorias, 4 derrotas y 1 un empate con 8 victorias por nocauts.
La pelea había causado una gran expectativa debido a que se llevó a cabo en el Polideportivo “Julio César Chávez” de Culiacán, Sinaloa, lugar de nacimiento de los hijos del César del boxeo, por lo que tenía un valor especial para el campeón y consideró que el estado es parte de su legado que dejó como púgil.
Por lo que en rueda de prensa aseguró que la responsabilidad de su hijo era ganar la pelea y que no podía darse el lujo de perderla.
“Aquí es mi tierra y siempre han apoyado a mis hijos, decirles que los invito este 18 de junio en el gimnasio que lleva mi nombre. Yo creo que son sentimientos encontrados porque lleva mi nombre el lugar y pelea mi hijo ahí, entonces no puede perder, no puede perder, tiene que ganar”, sentenció Julio.
SEGUIR LEYENDO: