Sábado de súper acción en el US Open. El tema fue que todas las películas que vimos fueron de terror. Sol y viento fresco fue la combinación letal para que los 64 que pasaron el corte sufrieran en The Country Club durante la tercera ronda del US Open. Solo 7 jugadores lograron vencer a la cancha y lo mejor fue 67 golpes, 3 bajo par, de Will Zalatoris, uno de los nuevos líderes del campeonato.
La historia del US Open es siempre muy parecida. Alguno de los que juegan temprano el sábado se destapa con una gran ronda, mientras que a los líderes les cuesta soportar la presión. Lo diferencia el sábado fue que no hizo falta una gran vuelta para trepar en el tablero. La mejor muestra de esto fue lo que hizo el colombiano Sebastián Muñoz, que había pasado el corte con lo justo, y que con 69 golpes subió más de 40 posiciones, ubicándose ahora en el puesto 17 a seis de los líderes. Los de arriba sí cumplieron con la premisa y tanto Morikawa (77) como Dahmen (74) nunca estuvieron cómodos.
Los nuevos líderes no están allí por casualidad. Si bien ninguno de los dos ha ganado en el tour, tanto Zalatoris como Fitzpatrick estuvieron muy cerca de hacerlo hace un mes en el PGA Championship. El inglés jugó en el grupo final en Southern Hills, él mismo dijo que su juego había sido malo aquel domingo, mientras que Zalatoris terminó perdiendo el campeonato en un desempate. Para Fitzpatrick este es un terreno conocido ya que hace 9 años ganó aquí mismo el US Amateur. Para mantener las cábalas, esta semana se está quedando en la misma casa de la familia que lo hospedó en aquel 2013. Su juego se adapta bien a las condiciones que presenta la USGA en sus campeonatos y diría que ya está listo para ganar. Por el lado de Zalatoris es sabido que no hay muchos como él de tee a green, y que es precisamente el juego sobre el green el que le ha impedido lograr esa primera victoria. Si uno va a buscar las estadísticas de esta semana, encontramos que Fitzpatrick ha estado mucho más acertado con sus golpes de salida y con los golpes de recuperación de alrededor del green, pero es Zalatoris el que ha sacado ventaja con sus segundos golpes y arriba del green.
Por eso hay veces que las estadísticas de una semana no siempre reflejan lo que viene sucediendo a lo largo de una temporada. Este domingo la presión todavía será mucho mayor que la del sábado simplemente porque ya no habrá mañana. No son muchos los que han hecho del US Open su primera victoria en el tour, y los dos protagonistas del grupo final intentarán escribir su nombre en la historia.
Delante de ellos comenzarán el juego Jon Rahm y Keegan Bradley. El español era el líder con un hoyo por jugar, pero se fue con doble bogey en el último capítulo. El defensor del título pegó mucho mejor el sábado que los primeros dos días y estuvo muy acertado con el putter. Será un rival duro para todos. Bradley es local y tendrá toda la gente de Nueva Inglaterra haciendo fuerza por él. Nacido muy cerca de aquí, Bradley es fanatico de todos los equipos de Boston y el miércoles fue invitado a lanzar la primera bola en el estadio de los Red Sox. Ganador del PGA Championship en 2011, Bradley tuvo problemas con su juego de green hace unas temporadas, pero de a poco fue recuperando la confianza. Creo que si le ofrecen ganar mañana y no jugar más lo aceptaría con ganas.
Más adelante estará el N1 del mundo que el sábado parecía en el arranque que se llevaba todo por delante. Scottie Scheffler embocó desde 102 yardas para águila en el 8 y en ese momento era el líder por 2, pero de repente se apagó la luz. Al doble bogey del 11, lo siguieron bogeys en el 12, 13 y 14 que lo hicieron perder 5 golpes en 4 hoyos. Al final embocó dos buenos putts para quedar a dos y seguir con esperanzas. El que pegó realmente mal fue mi candidato Rory McIlroy. El irlandés salvó un milagroso 73 que lo mantiene en el campeonato, pero deberá volver a encontrar su swing si quiere ganar su quinto major. Con él jugará Sam Burns que el sábado alternó buenas y malas para firmar 71. El canadiense Adam Hadwin, líder de la primera ronda, completa los últimos cuatro grupos y el ganador tiene que salir de alguno de esos 8 nombres.
Todo listo para el desenlace en The Country Club, en un domingo para el que se pronostica un día muy similar al de la tercera jornada. Los pares seguirán siendo los mejores amigos de los participantes y la paciencia seguirá siendo la clave. En los tres US Open que se jugaron aquí se necesitaron hoyos suplementarios para definir el campeonato, y en dos de ellos fue un americano el que se impuso sobre jugadores británicos. No sería raro que la historia vuelva a repetirse.