El retorno del efecto suelo a la Fórmula 1 luego de 40 años por ahora trajo más dolores de cabeza a los ingenieros y físicos a los pilotos que los sobrepasos que se especularon cuando se anunciaron los cambios reglamentarios. Esta modificación técnica generó un efecto rebote en los autos cuando circulan en las rectas largas y por ende golpes en las espaldas de los corredores, quienes en la última reunión de pilotos realizada en Azerbaiyán le plantearon su preocupación a la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que anunció medidas para revertir esta problemática.
El efecto suelo es un sistema que permite que el auto vaya pegado piso producto dado que la carga aerodinámica (aditamentos), en lugar de estar en la parte superior del auto, están debajo del chasis. En las rectas largas el aire entra y sale de forma rápida y eso genera el denominado “porpoising” o efecto rebote que, al golpear hacia abajo el aire, genera impactos en el cockpit (el lugar donde van los corredores) y que afectan sus espalda. Mientras más saltos haya, más fuertes serán los golpes.
Una de las escuderías que más se vio afectada por esta situación es Mercedes, debido a su diseño aerodinámico en sus pontones que, al ser ondulados, generan turbulencia en la entrada de aire que afecta al tren trasero. Algo llamativo ya que se trata del equipo que viene de lograr su octavo Campeonato Mundial de Constructores y que tiene recursos humanos y financieros para evitar que se les haya escapado ese tema en las pruebas de simulador y en el túnel de viento.
La situación de Mercedes afectó más a Lewis Hamilton, quien más que nunca tuvo la asistencia de su fisioterapeuta, Angela Cullen. El inglés de 37 años terminó con molestias en la espalda en la última carrera disputada en Bakú, uno de los cinco circuitos callejeros que empleó la Máxima en sus ocho primeras fechas y es un dato a tener en cuenta, ya que al tratarse de un asfalto que es recorrido a diario por autos de calle, suelen presentar baches y el efecto rebote se siente mucho más.
“Hubo muchas ocasiones en las que estuve a punto de ir contra el muro. Así que eso era una preocupación, en cuanto a la seguridad, a 288 km/h, chocar contra la pared, no creo que haya tenido que pensar demasiado en eso como piloto de carreras. Ha sido la carrera más dolorosa que he vivido, la más dura que he experimentado”, reconoció Hamilton en declaraciones reprodujo Motorsport.
Este jueves, en la previa del Gran Premio de Canadá que se correrá el domingo (15 horas de la Argentina), la FIA anunció un comunicado en el que informó sus medidas, aunque no dio detalles y las configuraciones finales se anunciarán antes de la tercera práctica libre del sábado.
“La FIA ha decidido intervenir tras consultar con sus médicos en interés de la seguridad de los pilotos. En un deporte en el que los competidores conducen habitualmente a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que toda la concentración del piloto debe centrarse en esa tarea y que la fatiga o el dolor excesivos experimentados por el piloto podrían tener consecuencias significativas en caso de que resultar en una pérdida de concentración”, indica el comunicado.
“Además, la FIA tiene preocupaciones en relación con el impacto físico inmediato en la salud de los conductores, algunos de los cuales han informado de dolor de espalda después de los eventos recientes”, agrega.
La entidad rectora indicó dos medidas. La primera exige “un examen más detallado de las tablas y patines, tanto en términos de su diseño como del desgaste observado”. El patín es una plancha de madera que constituye el punto más bajo del monoposto (con excepción de los neumáticos). Su función conseguir que los coches cumplan con una distancia al suelo mínima de seguridad”.
La otra determinación es “definir una métrica para la aceleración vertical del automóvil”. Esa variable aún no se definió y “la FIA “aún está analizando y los equipos de F1 han sido invitados a contribuir a este proceso. Además de estas medidas a corto plazo, la FIA convocará una reunión técnica con los equipos para definir medidas que reduzcan la propensión de los autos a exhibir tales fenómenos en el mediano plazo”.
Una vez que esas medidas sean confirmadas, según el medio alemán Auto Motor Sport, si se excede un cierto límite, el equipo tiene que ajustar la configuración y posiblemente cambiar la altura del vehículo. El límite será comunicado a los equipos antes de la tercera sesión de entrenamientos. Los autos que no cumplan con este valor serán considerados inseguros y serán descalificados, tal como lo indica el artículo 1.3 del Reglamento Técnico, sobre las exclusiones de autos considerados “peligrosos”.
¿Cómo puede afectar a los autos y equipos? El mencionado portal indica que se podría llegar a elevar la distancia al suelo de los autos en un rango de los 10 milímetros. De ser así, esto beneficiaría a Red Bull, ya que está acostumbrado a tener la parte trasera más elevada, una marca registrada de su responsable técnico, Adrian Newey, respecto de otras escuderías y es uno de los equipos que menos sufrió el efecto rebote.
Una modificación de este tipo sería un barajar y dar de nuevo para la mayoría y tiene que ver con un tema delicado como la configuración aerodinámica de los autos, pero nada es más importante que la seguridad. Esto podría llegar a afectar aún más de forma negativa a Mercedes, que no está acostumbrado a desarrollar sus coches con dicha elevación trasera.
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