El arquero australiano Andrew Redmayne habló este miércoles en Sídney sobre lo que dejó la clasificación de su seleccionado al Mundial luego de haber vencido a Perú en el repechaje. El héroe del combinado oceánico, clave con su atajada final, se refirió al momento en el que encontró junto al arco la botella de Pedro Gallese con un papel en donde estaban anotados los palos a donde patearían sus compañeros.
El arquero peruano tenía una lista con las indicaciones de cómo ejecutarían los jugadores australianos. Antes de cada tiro, la miró para tener una referencia y en el primer remate de los Socceroos se lo contuvo a Martin Boyle. Pero, descubrió la estrategia y antes del tercer tiro, a cargo de Craig Goodwin, se acercó al arco, tomó los apuntes junto a la botella, y los tiró por detrás de los carteles publicitarios.
“Sí, eso ocurrió. Sé todo lo que significaba para mis compañeros, así que era como matar o morir. Aproveché mi momento. Si hubiéramos tenido notas en nuestra botella y alguien de Perú las veía, también la habría lanzado lejos”, confesó en el aeropuerto de Sídney ante las consultas de la prensa local.
Redmayne, de 33 años, se convirtió en sensación en internet por sus excéntricos movimientos sobre la línea de gol para descentrar a sus rivales antes de cada lanzamiento desde los once metros. Tras la clasificación fue recibido como un héroe en Australia por su atajada del penal de Alex Valera, que dio a su nación la victoria por 5-4 en los penales el martes en Doha.
Tener un apunte en una definición por penales es algo que no está prohibido por el reglamento. Uno de los arqueros más recordados en utilizar uno fue el alemán Jens Lehmann en las ejecuciones ante la Argentina por los cuartos de final del Mundial 2006, cuando les contuvo los tiros a Roberto Ayala y Esteban Cambiasso para acceder a semifinales.
En el repechaje del martes, el guardameta australiana implementó en esta ocasión una técnica singular al bailar sobre la línea de gol antes de cada remate: “Es una manera de que el rival no sepa a dónde me voy a tirar y además quiero que se pongan nerviosos, que el arco les resulte más chico de lo que realmente es. No siempre me da resultado, pero esta vez me permitió atajar dos remates”, explicó en 2019, cuando usando esa misma estrategia fue la figura en la definición del título que su equipo, el Sydney FC, le ganó por 4-1 en los penales a Perth Glory por la final de la liga del fútbol australiano.
Más allá de ser un personaje particular, su carrera deportiva podría haber tenido un giro importante y quizá hubiese llegado a la Premier League. En 2005, con 16 años, jugó en el New South Wales Institute of Sport (Instituto de Deporte New South Wales), y su equipo culminó sin goles en un encuentro ante un equipo juvenil del Arsenal. Por su labor, Redmayne fue invitado por el club londinense a una prueba en Inglaterra, según informó un artículo del Sydney Morning Herald. Pero, tras una prueba, el elenco londinense se decidió por otro golero: Wojciech Szczęsny.
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