Es una novela extensa que tuvo asidero fundamentalmente porque ambas partes confiaron en que existía la posibilidad latente de que el fichaje se concretara. Juan Román Riquelme confesó que tenía contacto fluido con Edinson Cavani, Sergio Manteca Martínez dio crédito a la versión y actuó de interlocutor y el propio futbolista uruguayo blanqueó su anhelo de treparse al alambrado de una de las tribunas de la Bombonera para festejar goles. Al ex Manchester United le llegó la hora de decidir...
Cavani (35 años) viene de ser protagonista en una gira en la que Uruguay dejó buenas sensaciones previo a la Copa del Mundo de Qatar 2022. Victorias contundentes ante México (3-0) y Panamá (5-0), y empate sin goles frente a Estados Unidos, con sendos dobletes del punta en cuestión. Vigencia absoluta, poder de gol impoluto. Pese a no haber brillado en su última temporada en la Premier League, el oriundo de Salto es ponderado no solamente en Sudamérica sino también en Europa.
Y mientras por estos pagos su apellido hace ruido en Brasil (con clubes de billetera gorda) y Argentina (Boca se ilusiona desde hace rato con tenerlo en sus filas), el Viejo Continente podría retenerlo. Según pudo averiguar Infobae, dos instituciones españolas están interesadas en hacerse con los servicios del atacante que se inició en Danubio y también pasó por Palermo, Napoli y París Saint Germain. Las entidades que ya iniciaron gestiones por contratarlo son Villarreal y Valencia.
Para avizorar su posible destino, es válido repasar su historial. Cavani militó en el PSG durante siete temporadas (desde 2013 hasta 2020) y en dos de ellas fue dirigido por el español Unai Emery, quien actualmente comanda al Submarino Amarillo. El estratega vasco que consiguió nada menos que 7 títulos con el uruguayo en su equipo ensayó brillantes campañas con el Villarreal, con el que ganó la Europa League 2021 y pisó las semifinales de la última Champions.
La chance de llegar a un club extramadamente ordenado en materia institucional y con la base de una plantilla que lo llevó a pelear por la Liga de Campeones hasta las últimas instancias suena tentador. En la próxima temporada disputará la Conference League, ya que finalizó séptimo en la liga española. Pero, además, Emery le aseguraría el rodaje que necesita para llegar de la mejor forma física y futbolística al Mundial que se iniciará a fines de noviembre. ¿El plus? Los de Castellón, lejos de interrumpir la paz personal que Edinson busca a esta altura de su carrera y se vería seriamente afectada con su desembarco en la Bombonera y el fútbol argentino, lo blindarían en ese sentido. Riquelme, quien vistió la camiseta amarilla y conoce en persona de las bondades del público de la Comunidad Valenciana, avalaría su elección por este punto.
Valencia acaba de presentar al italiano Gennaro Gattuso como técnico y en su lista de refuerzos anotó a Cavani, de quien le dieron excelentes referencias durante sus pasos como DT del Palermo y Napoli (condujo a ambos equipos en temporadas posteriores a las de la estadía del uruguayo). El cuadro Che no se clasificó a competiciones internacionales para la próxima temporada y la idea es volver a ser protagonista a nivel local para irrumpir a nivel continental nuevamente en 2023.
En el plantel de los valencianos se entrena un compatriota de Cavani como Maximiliano Gómez, con quien paradójicamente intercambiaron puestos en dos de los últimos amistosos con su selección. Valencia pretende hacer ruido con una incorporación de peso y jerarquía, Edinson cumple con esos requisitos.
¿Qué postura tomó Boca ante este panorama? La tratativa siempre estuvo a cargo de Riquelme, que mantuvo diálogo con Cavani en todo momento por motivos contractuales y de otra índole. Aun con las limitaciones económicas que ofrece el mercado argentino, Román le aseguró que el club está dispuesto a hacer un esfuerzo para contratarlo. Tal como se viene anunciando, la voluntad del jugador y el deseo de verse y sentir la sensación de jugar con la azul y oro resulta fundamental para su llegada.
“No le cierro las puertas a Boca”, llegó a declarar un Edinson que disfruta de unos días de descanso y se tiene fe ciega para inflar las redes de La Bombonera. Se refugia en su círculo íntimo antes de tomar una decisión entre sus opciones: la mesurada lógica europea o la sanguínea y pasional sudamericana.
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