246 Clyde Street. No era una dirección más en la localidad de Brookline en las afueras de Boston. Era el hogar de la familia Ouimet a comienzos del siglo XX. Cruzando la calle había un cerco y del otro lado el fairway del hoyo 17 de The Country Club, uno de los clubes fundadores de la USGA.
El joven Francis soñaba algún día con poder jugar al golf y de muy chico comenzó a trabajar como caddie en el club. Su padre trataba de sacarle esa idea de la cabeza, pero nada iba a hacerlo cambiar de opinión. A muy corta edad ya mostraba habilidades para el golf y en 1910, con solo 16 años clasificó para jugar su primer US Amateur, algo que volvió a lograr en 1911 y 1912, pero en ningún caso llegó a la etapa de los matches. Todo iba a cambiar en 1913.
Ese año Francis Ouimet no solo clasificó para el campeonato, sino que alcanzó la instancia de cuartos de final, en donde terminó perdiendo con Jerry Travers que sería finalmente el campeón. Esa semana conversando con el presidente de la USGA expresó sus deseos de jugar el US Open, que se jugaba enfrente de su casa. “Deme 5 dólares y usted está inscripto para jugar la clasificación del US Open”, le dijo la máxima autoridad.
El campeonato se juega desde siempre en el mes de junio, pero por única vez fue movido a septiembre. El motivo era que los dos mejores jugadores del mundo, los británicos Ted Ray y Harry Vardon, tenían prevista una serie de exhibiciones en USA para esa fecha y la USGA quería que jugaran. Ray era un jugador corpulento, quizás el pegador más fuerte del mundo por aquellos días y también uno muy errático, pero cuando andaba derecho era difícil de vencer. Su triunfo en el Open Británico de 1912 así lo marcaba. Vardon era el mejor del mundo. Mucho más metódico, prolijo para jugar y calculador al máximo. Su juego era mucho más preciso y rara vez cometía errores. Todavía hoy es el máximo ganador del Open Británico con 6 victorias.
El jueves 18 de septiembre se jugaron los 36 hoyos de clasificación y Ouimet con rondas de 74 y 78 finalizó segundo, un golpe por detrás de Vardon. Hoy parece impensado que el mejor del mundo tenga que jugar qualy, pero así eran las reglas de la época.
Al día siguiente se jugaron los primeros 36 hoyos del US Open y la punta quedó en manos de Vardon con 147 golpes mientras que Ray anotaba 149 y Ouimet 151. Vardon no estaba solo en la punta ya que el inglés Wilfrid Reid había presentado tarjetas de 75 y 72, pero esa noche sucedió algo difícil de creer. Durante la cena Reid se trenzó en una discusión de política con Ted Ray y el grandote le acomodó tremenda trompada en el medio de la cara. No sé si esto influye en el ánimo de Reid para el día siguiente, pero los 46 golpes que anotó en los primeros 9 hoyos lo dejaron fuera de la pelea.
Los últimos 36 hoyos se jugaron el viernes 20 y Vardon con Ray salieron a jugar antes que Ouimet. Terminados los 18 de la mañana los tres estaban igualados en 225 golpes y el juego de la tarde prometía ser inolvidable. Ray y Vardon firmaron 79 golpes y volvieron a la cancha para ver si el joven amateur podía pelearles el campeonato. Para cuando llegaron al hoyo 10 vieron como Ouimet hacía doble bogey allí y un bogey más en el 12. El local ahora estaba a dos golpes de los británicos con 6 hoyos por jugar, lo que parecía una diferencia imposible de remontar.
Ouimet embocó de afuera del green en el 13 para birdie, logró pares en los dos siguientes, embocó otra vez para par en el 16 de 3 metros, pero todavía necesitaba un birdie para meterse en el play off. El 17 es un par 4 que dobla a la izquierda y desde el fairway Ouimet podía ver su casa. Colocó el golpe de salida en el fairway y su approach quedó a unos 6 metros del hoyo. La multitud hacía difícil para Ouimet poder llegar al green, pero cuando lo hizo y vio el putt que enfrentaba supo que era su oportunidad. En bajada y con caída a la derecha, Ouimet embocó ante el delirio del público. Su madre escuchó la ovación desde la casa sin saber mucho lo que sucedía en la cancha. En el hoyo final quedó corto del green y se pasó metro y medio con su tercer golpe. Otra vez no le tembló el pulso y la pelota desapareció para anotar el par que lo metía en el desempate.
Cuando empezó el campeonato Ouimet no tenía caddie. Jack Lowry y su hermano menor Eddie se escaparon del colegio la mañana de la qualy para ir a ver el torneo, pero el director encontró a Jack y lo mandó de nuevo a clase. A Eddie no lo agarraron. Tenía solo 10 años y era muy chiquito de tamaño, pero no dudó en hablar con su amigo Francis que enseguida aceptó que le llevara los palos. Al término de los 72 hoyos un grupo de socios se acercó a Ouimet para decirle que debía cambiar de caddie para el play off porque Eddie no tenía experiencia, inclusive le ofrecieron dinero al chico para que dejara la bolsa, pero Ouimet se mantuvo firme y no dejó a su amigo de lado. Eddie Lowry fue después un gran jugador amateur y un exitoso dueño de concesionarias de autos en California. “Mi vida cambió gracias a mi relación con Francis”, solía decir Lowry años más tarde.
El sábado 21 de septiembre comenzó el play off para determinar al ganador del US Open. Los 3 jugaron los primeros 9 hoyos en 38 golpes y Ouimet sacó la primera diferencia en el 10 cuando Ray y Vardon anotaron bogey. Otro bogey de los británicos en el 12 estiró a dos golpes la ventaja de Ouimet, pero Vardon hizo birdie el 13 para quedar a uno. Así se mantuvieron las cosas hasta el hoyo 15 en donde Ray se fue con doble bogey y perdió toda chance. Uno de ventaja ahora en el tee del 17 y Vardon pegó primero tratando de cortar la curva. Pensó que su golpe de salida había sido bueno, pero por pocos centímetros no superó el bunker. Ouimet otra vez al fairway como el día anterior y al green con chance de birdie. Vardon no salvó el par y Ouimet volvió a embocar para estirar a tres la diferencia. Ya con todo resuelto anotó par en el 18 y con 72 golpes venció por 5 a Vardon, que hizo doble el 18, y por 6 a Ray.
Todos los historiadores coinciden en que ese día nació la pasión de los americanos por el golf. Ouimet fue tapa de los principales diarios del país y la cantidad de golfistas en Estados Unidos pasó de 350 mil en 1913 a más de 2 millones 10 años después. La cantidad de canchas se duplicó, pero más importante aún, la cantidad de canchas públicas que aparecieron en todo el país hizo que esta explosión llegará a todas las clases sociales. Ouimet se convirtió en una celebridad, siempre siguió siendo amateur y fue una figura fundamental para el golf de Estados Unidos.
Quizás su obra más importante fue la Fundación Francis Ouimet que otorga becas para caddies que quieren ir a la universidad. La fundación ha recolectado más de 45 millones de dólares en su historia, logrando que casi 7000 jóvenes que trabajan de caddies ya se hayan graduado en las mejores universidades del país.
Si se preguntan qué pasó con el 246 Clyde Street, también hay una historia sobre la propiedad. Muchos años después del triunfo de Ouimet, Tom Hynes, un socio del club que vivía sobre la misma calle, decidió que la casa donde había crecido Ouimet tenía que pertenecer al club. Toco el timbre y les preguntó a los dueños si estaba en venta. La respuesta fue negativa, pero les pidió que si algún día la vendían él estaba interesado en comprarla. Los dueños no tenían idea del por qué del interés ni tampoco sabían que allí había crecido Ouimet. Pasaron 20 años de ese primer encuentro y los dueños decidieron vender, le avisaron, y así fue como el Haines compró la casa, dándosela de forma inmediata a The Country Club. Esta se redecoró como había sido a comienzos de siglo y hoy los visitantes pueden dormir allí para vivir como lo hacía Francis Ouimet en 1913.
A 109 años del histórico triunfo de Francis Ouimet el US Open retorna por cuarta vez a The Country Club. Habrá seguramente alguna historia que surja de esta edición, pero ninguna como la de The Greatest Game Ever Played (si no vieron la película, se las recomiendo).