“Casi salto de un 26º piso y pongo fin a mis días. No olvidaré nunca ese día, todo era turbio, negro, sin sonido, sin luz. Nada tenía sentido”, fue el impactante texto que compartió la ex tenista australiana Jelena Dokic a través de sus redes sociales.
Con lágrimas en sus ojos, la ex número 4 del ranking WTA dejó en shock al mundo del tenis: explicó que a finales de abril se planteó el suicidio para que “toda pena y dolor desapareciera” tras una ruptura amorosa enmarcada en un contexto de depresión y ansiedad.
“Conseguí salir de esa situación. No sé cómo, pero lo conseguí”, añadió la ex atleta, que tiene ahora 39 años y que acompañó su emotivo texto con una fotografía en la que se le ve con los ojos enrojecidos por el llanto.
“Los seis últimos meses han sido duros, con lágrimas constantemente”, continuó la oriunda de Osijek (Croacia), que se retiró en 2014 y que después pasó a ser comentarista sobre tenis para cadenas australianas.
“Escribir estas líneas no es fácil (...) pero lo hago, ya que sé que no soy la única en lucha. Sean conscientes de que no están solos”, añadió, antes de concluir su mensaje: “Voy a volver con más fuerza que nunca”.
Su testimonio suscitó reacciones, tanto en el tenis como fuera de él. Una de ellas fue un mensaje de apoyo de su amigo, el ex tenista australiano Mark Philippoussis, ex número 8 mundial: “¡Estoy aquí para ti y solo a una llamada de distancia!”.
En enero, Jelena Dokic había anunciado su ruptura con el hombre con el que había compartido su vida durante casi dos décadas. “Después de casi 19 años juntos, Tin y yo hemos decidido ir por caminos separados. A veces suceden estas cosas, las personas se distancian y es lo mejor. Les pido por favor que se abstengan de hacer comentarios negativos sobre nosotros y nuestros 18 años y medio juntos. Los comentarios negativos no ayudan a nadie, especialmente a mí, así que por favor sean respetuosos y amables”, escribía por aquel entonces.
“Le di todo a esta relación, mi corazón y mi alma, y luché muy duro hasta el final, pero al final no fue suficiente esta vez, pero tengo la esperanza de que todavía hay felicidad y amor en algún lugar esperándome. Esto es difícil, me duele, me duele, estoy perdida y en este momento todo se trata de poder levantarme de la cama por la mañana y poner un pie delante del otro. Tendré que aprender a caminar de nuevo antes de poder correr cuando se trata de amor y felicidad, pero daré todo en este proceso de curación. Le deseo lo mejor a Tin y espero que encuentre lo que está buscando”, sentenció.
Dokic ganó seis títulos en el circuito WTA y alcanzó las semifinales en Wimbledon en el año 2000. En su primera participación en el torneo londinense, con 16 años, llegó a ganar por un contundente 6-2 y 6-0 a la suiza Martina Hingis, entonces número uno mundial, lo que le valió ser presentada como una futura gran estrella del tenis, algo que no terminó de conseguir del todo.
En el pasado también había revelado haber pasado por episodios de depresión, especialmente por el autoritarismo y los abusos psicológicos de su padre y entrenador Damir, una figura polémica que tuvo enfrentamientos con las autoridades del tenis y organizadores del torneo, protagonizando declaraciones incendiarias.
En su autobiografía publicada en 2017, Dokic aseguró que su padre la golpeaba y pateaba constantemente; la jalaba del pelo, le escupía en la cara y la menospreciaba con insultos.
LA CARTA COMPLETA DE JELENA DOKIC
28.04.2022-Casi me tiro del balcón del piso 26 y me quito la vida. Nunca olvidaré el día. Todo estaba borroso. Todo estaba oscuro.
Sin tono, sin imagen, nada tiene sentido... solo lágrimas, tristeza, depresión, ansiedad y dolor.
Los últimos seis meses han sido duros. Ha sido un llanto constante en todos lados. Desde esconderme en el baño cuando estoy en el trabajo para secarme las lágrimas para que nadie lo vea hasta el llanto imparable en casa entre mis cuatro paredes ha sido insoportable.
Los sentimientos constantes de tristeza y dolor simplemente no desaparecen y mi vida se ha hecho añicos. Me culpo a mí misma, no creo que sea digna de amar y tengo miedo. También sé que todavía tengo muchas cosas por las que estar agradecida y luego empiezo a odiarme a mí misma porque al sentirme así siento que no estoy agradecida porque no debo estarlo ya que quiero terminar con todo.
Un círculo vicioso en mi cabeza. El resultado: casi saltando desde mi balcón del piso 26 el 28 de abril. Nunca olvidaré el día, solo quería que el dolor y el sufrimiento se detuvieran. Me saqué del borde, ni siquiera sé cómo logré hacerlo. Obtener ayuda profesional me salvó la vida.
Esto no es fácil de escribir, pero siempre he sido abierta, honesta y vulnerable con todos ustedes y creo profundamente en el poder de compartir nuestras historias para ayudarnos a superar las cosas y ayudarnos unos a otros.
Estoy escribiendo esto porque sé que no soy la única que está luchando.
Solo sé que no están solos. No voy a decir que estoy muy bien ahora, pero definitivamente estoy en el camino de la recuperación. Algunos días son mejores que otros y a veces doy un paso adelante y luego un paso atrás, pero estoy luchando y creo que puedo. superar esto.
Creo en lo siguiente:
está bien sentir lo que estoy sintiendo.
Está bien sentirse triste, solo sigue luchando y regresa.
Eso es lo que estoy tratando de hacer y eso es lo que me mantiene en marcha.
No te avergüences de lo que estás sintiendo.
Está bien sentirse así y puedes recuperarte. Es posible, solo sigue creyendo.
Los amo a todos y aquí está luchar y sobrevivir para vivir y ver otro día.
Volveré más fuerte que nunca.
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En Estados Unidos, existe la Red Nacional de Prevención del Suicidio para pedir ayuda, puedes llamar al 1-888-628-9454 o al 1-800-273-8255, la línea del Servicio Nacional de Prevención del Suicidio, para hablar con alguien que te brindará apoyo gratuito y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los CDC también recomienda sus propias políticas, programas y prácticas de prevención.
En México, el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono (SAPTEL ) ofrece atención telefónica las 24 horas del día en el número: 0155 5259-8121. En los Estados Unidos se puede marcar al +1-888-628-9454.
En el Centro de Asistencia al Suicida Buenos Aires atienden a cualquier persona en crisis en las líneas gratuitas 135 desde Buenos Aires y GBA o al (54-11) 5275-1135 las 24 horas del día. Se puede llamar, también, al Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).
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