Julio César Chávez estuvo más de 16 años en la élite del boxeo. Fue el mejor libra por libra del mundo y sus 90 peleas invicto fueron reflejo del imponente puño que portaba el Sr. Nocaut, pero aunque su impresionante racha se cortó en 1994 ante Frankie Randall, la primera vez que abandonó antes del KO fue ante Óscar de la Hoya.
Aquel momento ocurrió un 7 de junio en el Caesars Palace de Las Vegas, Nevada, donde el Golden Boy se impuso en apenas cuatro rounds al indomable Chávez, quien no conocía la sensación del retiro prematuro y mucho menos haber sufrido un nocaut.
Julio César sufrió la segunda derrota de su carrera y lo hizo bañado en sangre ante el norteamericano de ascendencia mexicana, quien aprovechó una herida en la ceja para mandarlo a las regaderas antes de tiempo y dejar perpleja a toda la afición que se citó en el inmueble.
El impactante video muestra a un JC irreconocible por la gran cantidad de sangre que había sobre su rostro y pecho. Del otro lado, Óscar de la Hoya estaba intacto; vio cómo su máximo ídolo sucumbía ante la fuerza del que eventualmente sería campeón superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
A pesar de la imponente escena que dejó Chávez, la realidad es que aquel nocaut técnico había sido completamente fortuito, y no por la gran capacidad de Óscar de la Hoya, quien dos años después volvió a vencerlo antes de los 12 rounds para erradicar cualquier duda.
La razón de su hemorragia se debió a una sesión de sparring que tuvo previo a la gran pelea, pues el de Ciudad Obregón se subió al cuadrilátero sin protección y sufrió un profundo corte en la ceja, que bajo condiciones normales, hubiera provocado la postergación del combate ante De la Hoya.
“Me preparé como nunca para esa pelea, lógicamente yo ya traía mis problemas de adicción, pero aún así pude parar por dos meses y me preparé como nunca, hice un sacrificio inhumano porque estaba prendido yo a mi adicción. Pero sabía que era una pelea muy importante e iba sumamente bien preparado”, mencionó Chávez en una entrevista recuperada por ESPN, antes de dar a conocer el corte que sufrió en la ceja y que condicionó fatídicamente el resultado.
La realidad es que después del combate, con la hemorragia controlada y limpio de sangre, el César del Boxeo estaba igual de intacto que Óscar de la Hoya; sin embargo, la herida en su rostro fue la que impidió cualquier tipo de reacción del veterano, quien terminó por sucumbir ante la gran sensación de la nueva era del boxeo.
Julio César Chávez tuvo que esquivar las revisiones médicas de la Comisión Atlética de Nevada para subirse al ring y con tal de evitar la inmensa pérdida económica que hubiera significado la postergación de la pelea, JC saltó al cuadrilátero con la condena dictada en su contra.
Esta fue la segunda derrota de Julio César Chávez, la primera por nocaut -a pesar de no haber caído a la lona-, pero desde este momento, el declive en su carrera fue notorio, pues además de no volver a poseer un cinturón como campeón mundial, en septiembre de 1998 volvió a caer ante el Golden Boy, esta vez retirado en 8 rounds.
Aquel corte en la ceja, cinco días antes del combate, y en medio de su problema de adicciones impidieron que acrecentara la leyenda que había escrito desde 1980, pero que comenzó su declive con una de las escenas mas escalofriantes para los fanáticos del histórico campeón.
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