Este miércoles comenzó el juicio contra Joseph Blatter y Michel Platini por presuntos pagos corruptos que el ex presidente de FIFA le habría hecho al ex futbolista y ex mandamás de la UEFA. Sin embargo, un inesperado problema provocó la postergación del testimonio del ex dirigente suizo quien pidió no declarar por inconvenientes de salud.
“El dolor regresará y tengo dificultad para respirar”, explicó ante los jueces el hombre de 86 años luego de haber sufrido dolencias en el pecho, según infomraron las principales agencias de noticias internacionales. Además, los periodistas allí presentes describieron el estado de Blatter como “débil”, al verlo ingresar a la corte en Bellinzona.
Lo curioso es que antes de entrar al edificio, el ex mandamás del fútbol mundial se había mostrado con una sonrisa ante la prensa que lo esperaba: “Estoy absolutamente confiado, el sol brilla y estoy de buen humor. Sé que no he hecho nada contra la ley. Mi vida fue el fútbol, durante 45 años con FIFA. Mi vida es el fútbol”.
Por su parte, los abogados de Platini aseguraron que el proceso se está llevando en un lugar que no es el adecuado: “Este caso se está escuchando en el recinto equivocado”, exponiendo así su postura de que este caso no debería tratarse como internacional o de gran escala. Como era de esperarse, los magistrados desestimaron ese argumento y permitieron que la FIFA siga involucrada.
Un tribunal federal suizo abrió este miércoles el proceso contra Platini y Blatter, juzgados por el pago sospechoso que acabó en 2015 con sus trayectorias como dirigentes de fútbol. Ambos están acusados de haber “obtenido ilegalmente, en detrimento de la FIFA, un pago de dos millones de francos suizos (1,8 millones de euros, algo más de 2 millones de dólares) en favor de Michel Platini”, según la fiscalía.
Objeto de otros procesos, en Francia para el triple Balón de Oro y en Suiza para Sepp Blatter, se exponen a cinco años de prisión o a una multa, si son declarados culpables. Defensas y acusación coinciden en un punto: el galo fue asesor de Blatter entre 1998 y 2002, durante el primer mandato de este último al frente de la FIFA, y los dos hombres firmaron un contrato en 1999 acordando una remuneración anual de 300.000 francos suizos “facturado por el señor Platini e íntegramente pagados por la FIFA”, según la fiscalía.
Pero en enero de 2011, “más de ocho años después del final de su actividad como asesor”, el antiguo capitán de los Bleus “hizo valer una deuda de 2 millones de francos suizos (unos dos millones de dólares)”, saldada por la instancia del fútbol mundial con la aprobación de Blatter. Para la acusación se trata de un pago “sin fundamento”, induciendo “astutamente al error” a los controles internos de la FIFA mediante afirmaciones engañosas de los dos dirigentes. Los acusados han insistido en varias oportunidades que todo se trató de un pacto de caballeros acordado de forma oral y sin testigos.
Con información de AFP
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