Uno de los personajes que busca ganarse un nombre entre la sociedad mexicana es Antonio Pérez Garibay, el padre del piloto de Fórmula 1 Checo Pérez, quien se encuentra en “el mejor momentos de su carrera” con Red Bull, por lo que todo su entorno ha subido de popularidad.
Como no podía ser de otra forma, la imagen de su padre Antonio se ha vuelto popular, en especial por sus recientes aspiraciones políticas, pues actualmente es diputado federal integrante de las comisiones de Defensa Nacional, Marina y Seguridad Ciudadana.
En una entrevista reciente con Jorge van Ranking, Toño Garibay reveló algunas de sus anécdotas cuando era joven, pues antes de convertirse en funcionario público sobresalió en competencias nacionales de automovilismo, hasta que se dedicó a potenciar las carreras deportivas de sus dos hijos.
Entre las historias que reveló destacó su pasado como persona con problemas de alcoholismo, situación que cambió con la llegada de su hija Paola; sin embargo, no escondió que durante esas épocas coincidió en un palenque con el cantautor mexicano José José, a quien entre algunas copas le intentó regalar un reloj lujoso de la marca Rolex.
Lo cómico de la situación era que aquel reloj no era original, sino que se trataba de una réplica, algo de lo que no se percató el artista mexicano; sin embargo, aún así lo rechazó porque lo hubieran regañado:
“Estaba José José en el Palenque en Guadalajara, yo traía un Rolex y se lo regalo, y José José dice ‘No te puedo aceptar este Rolex porque me regañan’ y me regresa el Rolex, y el reloj era de a mentiras”, expresó el padre de Checo Pérez entre risas.
Este tipo de relaciones no son nuevas para el papá de Checo, pues a pesar de empezar “desde abajo” con diversos problemas económicos, uno de sus sellos distintivos a lo largo de su vida es su capacidad para abrirse oportunidades, razón por la que se ha hecho de amistades importantes, como Felipe Calderón, incluso el presidente López Obrador y con la familia Slim como la principal causante de la explosión de sus hijos como pilotos.
No es un secreto que detrás de la carrera de Checo se encuentra Carlos Slim Helú, el propietario de América Móvil y el hombre más rico de México, quien desde un principio cimentó el proyecto de Pérez como piloto profesional.
Pero la relación de Checo con la familia Slim no se detiene ahí, pues casi igual de importante ha sido la figura de Carlos Slim Domit en la carrera de Sergio, ya que el hijo Slim Helú, uno de los mejores amigos de la familia Pérez, fue el verdadero responsable de llevar las riendas del conductor jalisciense.
Para adentrarse de lleno en la historia es necesario remontarse a 1997, cuando Sergio tenía apenas siete años y comenzaba su incursión en el mundo del automovilismo, un escenario donde la familia Pérez ya tenía basta experiencia gracias a su padre, Antonio Pérez Garibay, campeón nacional de la Copa Marlboro en 1987.
Fue en el autódromo de Toluquilla, en Guadalajara, Jalisco, donde la familia Pérez conoció por primera vez a un joven Slim Domit, con apenas 30 años, y a su padre Slim Helú, que ya contaba con 57 años de edad.
El propio Antonio Pérez Garibay fue quien confirmó esta historia e incluso publicó una imagen en Instagram del momento exacto, en la que se aprecia a sus dos hijos, Antonio y Sergio, quienes eventualmente fueron pilotos profesionales.
A partir de este momento comenzó una relación que eventualmente llevó a sus hijos a NASCAR y Fórmula 1, con el impulso económico necesario para respaldar la calidad de sus dos jóvenes pilotos.
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