Hugo Sánchez Márquez ha sido el mejor delantero mexicano que ha disputado el futbol español. A lo largo de once temporadas consiguió alzarse en cinco ocasiones como el máximo goleador de la Liga. Aunque dicha distinción lo ubicó en los libros, haber ganado un sexto trofeo lo hubiera convertido en el segundo máximo ganador en la historia del certamen. No obstante, hubo un artillero del Atlético de Madrid que le robó toda posibilidad.
En la temporada de 1988-89, el Niño de Oro ya contaba con una racha de cuatro torneos siendo el máximo goleador del futbol español. Su recorrido comenzó en la 1984-85, la última con el Atlético de Madrid, y continuó en sus primeros tres torneos con el Real Madrid. En ese sentido, se planteó el objetivo de conquistar la condecoración por quinta ocasión consecutiva, pero Baltazar Maria de Morais Júnior se interpuso.
“Gané un Pichichi con el Atlético y otros cuatro con el Real Madrid, pero pudieron haber sido seis, porque Baltazar con el Atlético consiguió ocho goles más que yo (...) recuerdo que fue una sorpresa, pero después de esa temporada no se supo nada más de él. Parecía que la misión era quitarme ese Pichichi”, recordó entre risas durante una charla en el medio ESPN.
Mejor conocido por su primer nombre, Baltazar fue un futbolista brasileño que llegó al futbol español gracias al Celta de Vigo en el año 1985, pero consiguió su mejor versión arropado por los colchoneros, entre 1988 y 1990. De hecho, en la campaña de 1988-89 protagonizó un vistoso duelo con el Pentapichichi pues, además de abanderar equipos diferentes, se convirtieron en los artilleros más competitivos.
En la tabla de goleo figuraron más de dos representantes de las principales potencias como Real Madrid y Barcelona. Por el contrario, el caso de Baltazar fue singular en el Atlético de Madrid. El ímpetu que demostró al interior del Estadio Vicente Calderón fue meritorio, pues al término del año pudo registrar 35 dianas y superó con creces la estadística de 27 registrada por el mexicano.
Fue así que se convirtió en el digno merecedor del trofeo Pichichi y le negó a Sánchez Márquez la posibilidad de hacerse del galardón por quinta ocasión consecutiva. Con el logro, la afición española lo posicionó como favorito para ganar su segundo reconocimiento individual en la temporada siguiente, pero su desempeño estuvo lejos de lo proyectado doce meses antes.
“El problema es que marqué demasiados goles y la gente se acostumbró. La temporada siguiente marqué 18 y me echaron. La media estuvo bien, pero la gente se acostumbró a más goles”, recordó Baltazar en el espacio.
Contrario a lo esperado, el delantero mexicano volvió a tomar la iniciativa de goleo en la campaña 1989-90 y se hizo del ansiado trofeo que lo convirtió en el legendario Pentapichichi. En esa ocasión perforó las redes en 38 ocasiones, mientras que Baltazar se quedó en el tercer lugar debajo del artillero austriaco Anton Polster, que entonces jugaba para el Sevilla.
Después de esa actuación, el delantero brasileño abandonó el futbol español para incorporarse a las filas del FC Porto, así como el Stade Rennes de Francia, Goiás de Brasil y Kyoto Purple Sanga de Japón. En ninguno de esos equipos pudo volver a brillar como con el Atlético de Madrid.
Por su parte, Hugo Sánchez consiguió mantenerse con los merengues dos temporadas más, pero no volvió a levantar el Pichichi. De esa forma se mantuvo en el tercer lugar de los ganadores históricos junto con Alfredo Di Stéfano y Enrique Castro Quini. El segundo lugar lo ocupa el español Telmo Zarra y la cima le pertenece a Lionel Messi.
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