Un momento de mucha tristeza se vivió en las semifinales de Roland Garros. El tenista alemán Alexander Zverev se dobló el tobillo y tuvo que abandonar la pista Philippe Chatrier en silla de ruedas. Sascha sufrió esta dura lesión mientras estaba disputando el tie break del segundo set ante Rafael Nadal, quien se llevó el triunfo por el retiro de su rival (7-6, 6-6) y alcanzó una nueva final en el Grand Slam francés.
Nadal se clasificó a su decimocuarta final en Roland Garros, donde buscará su 14° título en París, y el 22° título de Grand Slam en su carrera, ante el ganador del duelo entre Marin Cilic y Casper Ruud. Llegará a esa definición seguramente más descansado de lo que esperaba porque Zverev tuvo que retirarse por una severa torcedura de tobillo.
La desgracia del tenista alemán de 25 años ocurrió en la segunda manga, con el marcador 7-6 (10-8), 6-5. En el punto del 6-6, el jugador mallorquín de 36 años ejecutó una derecha paralela que obligó a su rival a desplazarse lateralmente a gran velocidad. En ese movimiento, el pie derecho de Alexander Zverev quedó enganchado en la arcilla y se dobló de forma violenta.
Su grito de dolor estremeció a los 14.800 espectadores y el resto de los presentes en la cancha, además de que provocó la rápida reacción de los médicos, quienes se acercaron a asistirlo. También Rafa Nadal cruzó al otro lado de la pista, muy preocupado por su oponente, que fue retirado en silla de ruedas para evaluar la lesión en los vestuarios.
Unos minutos más tarde, Zverev regresó a la pista con el pie derecho desnudo y apoyándose en unas muletas. Se despidió del público con mucho dolor y se abrazó con un Rafa Nadal que avanzó a la final del torneo tras una batalla de tres horas y cinco minutos.
“Ver llorar a Sascha ha sido muy duro, muy triste por él. Estaba haciendo un gran torneo, sé cuánto está luchando por ganar un Grand Slam. Mala suerte, le deseo lo mejor y una rápida recuperación”, dijo Rafa Nadal en la cancha tras llevarse la victoria en un partido donde se estaba exprimiendo al máximo pero que terminó antes de tiempo por la mala fortuna que tuvo Alexander Zverev.
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