Además de grandes cruces y espectaculares jugadas, Roland Garros también fue el escenario de un incómodo momento que se vivió durante el encuentro por los cuartos de final entre Casper Ruud (8) y el danés Holger Rune, el cual terminó con victoria del noruego por 6-1, 4-6, 7-6 y 6-3.
Al joven tenista de 19 años se lo pudo ver un tanto impreciso durante los primeros compases del encuentro en el Philippe Chartier y fue durante uno de los descansos del tercer set cuando dejó en evidencia su malestar y descontento.
Tras 1 hora y 58 minutos de partido, y con el resultado en contra al ir perdiendo por 4-3, el número 40 del ránking de la ATP comenzó a gritar desde el banco ante la mirada atónita del resto de los presentes en el recinto.
Tras mostrar a Rune, las cámaras de la transmisión se dirigieron a las gradas y enfocaron a una mujer que se levantaba rápidamente de su asiento y encaraba hacia uno de los túneles de salida. Posteriormente se conoció que la persona en cuestión no era otra que su madre.
En la rueda de prensa posterior a su derrota, el danés se refirió a esta situación: “Quiero mucho a mi madre, yo no la eché de la pista. Cuando estoy frustrado necesito que me dejen, no puedo estar escuchando a mi madre y mi entrenador”. “No buscaba específicamente que se fuera, en el partido con Stefanos también se marchó. Ella sabe cómo darme paz”, añadió el joven de 19 años acerca del tenso momento que se vivió en el estadio.
Al mismo tiempo, el danés, que venía de vencer al griego Tsitsipas en la cuarta ronda del torneo por 7-5, 3-6, 6-3 y 6-4, fue protagonista de otro momento polémico en los vestuarios: “Su equipo de trabajo vino a saludarme y me felicitó por el partido, son muy amables. Pero de repente, me encuentro con que Casper se acerca a mí y me pega un grito en la cara, como celebrando”, reveló.
“Le dije que qué diablos estaba haciendo. Tú puedes celebrar y gritar en la pista, pero ese grito en mi cara es una falta de respeto. Fue muy antideportivo durante todo el partido, por eso no quise abrazarle ni hablar con él al final”, explicó.
El padre de Ruud, sin embargo, negó que haya ocurrido eso y aseguró que el danés estaba mintiendo. La respuesta del otro lado no tardó en llegar cuando el padre de Rune, Aneke, salió en defensa de su hijo en diálogo con el medio Ekstrabladet: “Es vergonzoso. El padre no estaba cuando Casper hizo eso, solo lo vio su fisioterapeuta. Nunca habíamos experimentado un comportamiento así en el circuito ATP. Algo así te lo puedes encontrar en algún Future, pero no a este nivel. Ruud no es un verdadero top-10 a tenor de su comportamiento”.
El noruego, de 23 años, jugará el viernes por un puesto en la final contra el veterano croata Marin Cilic (33 años), que antes había ganado al ruso Andrey Rublev en un igualado partido que se decidió en el ‘super tie break’ del quinto set.
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