Francisco Cerúndolo venía de ser noticia en el mundo del tenis luego de llegar a las semifinales del Masters 1000 de Miami, lo que le permitió subir varios escalones en el ranking elaborado por la ATP. Sin embargo, en las últimas horas pasó a ser protagonista por un hecho policial.
Según informó France Bleu, el tenista argentino se encontraba en estado de embriaguez y mantuvo un altercado con un taxista, a quien habría abofeteado por negarse a llevar en su vehículo a cinco pasajeros. El hecho se habría producido a las 1.45 de la madrugada del jueves en los muelles de Grenelle, en el distrito 15 de París.
“Se notaba que habían estado bebiendo”, declaró el denunciante, de 61 años, ante los miembros de la policía local a la hora de realizar la denuncia. Según el conductor, el joven de 23 años incluso ofreció pagarle más dinero que la tarifa habitual por el viaje, pero ante la negativa comenzó a “ponerse más agresivo”.
El argentino se encontraba en la capital francesa luego de ser eliminado el pasado lunes a manos del británico Daniel Evans por 7-6, 6-4 y 6-4 en la primera ronda de Roland Garros.
Cerúndolo, ante semejante revuelo mediático, utilizó su cuenta en la red social de Twitter para dar su versión de los hechos. “Hola a todos, quería contarles que todo lo que se está mencionado en las redes sociales es falso. Yo estaba con familiares a la noche pidiendo un taxi, y le pedí si nos hacía un favor y nos subía a 5 personas. El taxista me dijo que sí, que lo esperara 2 minutos que iba a hacer algo y volvía. Cuando volvió, y vio que hablábamos otro idioma, como que se asustó y nos dijo que al final cinco no”, comenzó su relato.
“Le preguntamos por qué. Se puso nervioso y nos empezó a gritar, a tratarnos mal y dijo que iba a llamar a la policía. Nosotros no le dimos importancia, nos fuimos al hotel para pedir otro taxi y al minuto apareció la policía y me interroga a mí y a uno de mis familiares dentro del hotel en el lobby porque el taxista dijo que supuestamente lo habíamos agredido”, destacó. Y luego, añadió: “Nos llevaron a la comisaría y luego de unas horas, porque era feriado y todavía no había nadie, después de corroborar a través de las cámaras de seguridad el hecho, se dieron cuenta que nada había pasado. Nos pidieron perdón porque no podían creer que por esto nos habían detenido”.
Para cerrar, manifestó: “Yo estoy perfecto, solo fue un mal momento. Gracias a todos por preguntar como estoy y preocuparse”.
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