Caída de Tenochtitlan: qué deportes se practicaban antes de la llegada de Hernán Cortés

El deporte es un producto social que ha evolucionado a lo largo de los años. Aunque en la actualidad existen federaciones y organismos mundiales que rigen su funcionamiento, existen evidencias que demuestran su existencia desde hace miles de años. El caso de Mesoamérica no es diferente, pues la disciplina deportiva era un rasgo adoptado y practicado por las civilizaciones desde antes del choque cultural que implicó la llegada de Hernán Cortés.

La colonización impidió que las actividades físicas originales perduraran en el tiempo. Sin embargo, existen algunas que se han mantenido hasta los días actuales, aunque tuvieron una inevitable mezcla con la cultura europea para sobrevivir. En ese sentido, Matilde Espinosa Sánchez, especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas, señaló algunos ejemplos durante el conversatorio Ritual, juego y deporte, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2021.

“La carrera de los rarámuris, la danza del venado en los pueblos Yaquis, los voladores de Papantla, algunas danzas y por supuesto los juegos de pelota purépecha, mixteca en Oaxaca y tipo ulama, cuyos orígenes se sitúan en la actual Sinaloa y que actualmente se juega en tres modalidades: bastón, brazo y cadera”, declaró en su intervención.

Cabe mencionar que resulta complicado catalogar a las expresiones citadas bajo el concepto de deporte conocido en la actualidad. Aunque la palabra tiene su origen en el vocablo latino de-portare (dejarse llevar), el concepto aceptado al día de hoy derivó del término francés desport, acuñado durante los Siglos XV y XVI en el continente europeo. En ese sentido, corresponden a la categoría de actividad física.

Actualmente conocida como la carrera de la bola, se asemeja con las carreras de maratón. Para llevarla a cabo se necesitan dos equipos de cinco jugadores que se disponen a patear y correr detrás de una pelota a través del terreno irregular de la Sierra Tarahumara. El objetivo es la resistencia física, pues el equipo perdedor es aquel cuyos integrantes caigan al suelo víctimas del cansancio. En la actualidad se sigue desempeñando y puede extenderse por hasta 200 kilómetros.

Aunque podría parecer vinculado al campo artístico, la Danza del venado guarda un profundo vínculo con la actividad física. La expresión, por sí misma, consiste en la representación del animal sagrado en la cosmogonía de los pueblos mayos y yaquis de Sonora, el cual trata de escapar a los intentos del resto de los participantes por cazarlo. No obstante, antes, el protagonista es puesto a un largo proceso de preparación física para cumplir con las cualidades de agilidad, fortaleza y buena condición que describen al venado.

El ritual característico del estado de Veracruz es un tributo a las deidades en Primavera para pedir lluvias que garanticen la fertilidad de la tierra. Comienza mucho antes de que los protagonistas se lancen desde lo alto, pues los participantes deben buscar el “palo volador” en el monte. Para ello, deben bailar y pedir perdón antes de cortarlo y llevarlo a su comunidad.

Una vez en el lugar, se teje una escalera de liana para llegar a la punta, donde colocan los objetos ofrecidos a los dioses. En el proceso se realizan más danzas y actos para dar pie a la fase final del ritual, es decir, cuando los cinco hombres suben a lo más alto del palo y descienden mientras uno más ejecuta una pieza sonora con un tambor y flautín.

En la actual región de Michoacán surgió una variante del “deporte” prehispánico más conocido. Su existencia data de hace más de 3 mil 500 años y conmemora el nacimiento del Sol. Se juega en una cancha de 120 por 8 metros, con dos equipos de seis personas con el objetivo de transportar una pelota a la meta rival. Para ello, deben usar exclusivamente los palos que portan en las manos y pueden ser sancionados por los jueces en caso de usar las extremidades, agredir o elevar su bastón más arriba de la cintura.

Otra variante del juego de pelota surgió en Oaxaca. En este caso, en una cancha que mide 100 por 11 metros de ancho, participan dos equipos de cinco jugadores equipados con un guante o manopla, de entre 3 y 6 kilogramos de peso, para golpear la bola. El objetivo es enviar la pelota a la mitad del campo rival y evitar que puedan devolverla. Por cada vez que un equipo deje de enviar la pelota de vuelta o cometa una falta, el conjunto rival suma unidades.

En dicha modalidad se enfrentan dos posturas opuestas tales como la vida y la muerte, representadas en la misma cantidad de equipos. El objetivo es mantener la pelota dentro del terreno de juego golpeándola hacia la zona del equipo rival, para ello existen tres modalidades, bastón, brazo y cadera, las cuales indican con qué objeto o extremidad debe ser golpeada la pelota. Esta última está hecha de hule natural y puede pesar 500 gramos o 4 kilogramos.

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