La Comisión Disciplinaria de la Conmebol sancionó a Boca Juniors por los gestos racistas realizados por un hincha hacia la tribuna del Corinthians, en ocasión del partido por el Grupo E de la Copa Libertadores, disputado el pasado 17 de mayo. Desde el sector donde se ubicaron (en la tercera bandeja sur que da al Riachuelo), los paulistas filmaron a un simpatizante xeneize que se burlaba de ellos imitando a un mono.
En consecuencia, la Confederación Sudamericana abrió un expediente y publicó su determinación en el sitio de la organización. En la notificación, firmada por Eduardo Gross Brown, la Comisión resolvió imponerle a Boca “una multa de 30.000 dólares por la infracción a los artículos 9 y 17 del Código Disciplinario de la CONMEBOL. El monto de esta multa será debitado automáticamente del monto a recibir por el Club de la CONMEBOL en concepto de derechos de Televisión o Patrocinio”.
Al mismo tiempo, la entidad advirtió expresamente al Xeneize: “En caso de reiterarse cualquier infracción a la disciplina deportiva de igual o similar naturaleza a la que ha traído causa el presente procedimiento será de aplicación lo dispuesto en el Art. 31 del Código Disciplinario de la CONMEBOL, y las consecuencias que del mismo se pudieran derivar”. Además, le otorgó a la institución argentina un plazo de 7 días para apelar.
Vale recordar que la Conmebol endureció en las últimas semanas las penas relacionadas a este tipo de infracciones. Ante una reincidencia, la sanción podría incluir uno o más encuentros a puertas cerradas o el cierre parcial de tribunas para el club cuyos simpatizantes hayan protagonizado estos actos discriminatorios.
En el partido de ida, disputado en San Pablo, ocurrió un hecho similar con un hincha de Boca Juniors. Por este acto, un hombre fue detenido por la policía local por el delito de difamación racial, según indica el artículo 140, inciso 3 del Código Penal de la Justicia brasileña. Leandro Germán Ponzo fue liberado al día siguiente tras haber pagado una multa de 3 mil reales, equivalentes a unos 600 dólares.
Ese hecho se había sumado al que había ocurrido días antes en el estadio Monumental, cuando un socio de River Plate llamado Gustavo Sebastián Gómez les tiró una banana a los de Fortaleza de Brasil ante la mirada cómplice del resto de los presentes en esa zona de la tribuna. En aquella oportunidad, la dirigencia del Millonario fue contundente: tomó la decisión de suspenderlo y se presentó como querellante para demandar por daños y prejuicios al hincha, integrante de la comunidad Somos River.
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