Una de las frases que define al golf de alta competencia dice: “Hacen falta pegar muchos buenos golpes para ganar un campeonato, pero solo uno malo para perderlo”. Mito Pereira confirmó esa frase en el hoyo final de la edición 104 del PGA Championship.
En un domingo que amaneció nublado y ventoso, el jugador de Chile se mantuvo al frente del campeonato durante todo el día. Los nervios de los cuatro jugadores que estaban al tope del tablero eran notorios en el comienzo y hubo más aciertos que errores, pero fue Pereira el que mejor resolvía los problemas que les presentaba Southern Hills. Varias salidas delante de ellos Justin Thomas no hacía mucho ruido hasta que llegó a los últimos capítulos. Una fabulosa sacada del bunker en el 14 lo ayudó a salvar el par, otra más en el 17 le daba el birdie, y si bien tuvo la chance en el 18, ese 5 bajo par que puso en el tablero ponía presión en los que venían atrás.
La lucha en la cancha estaba entre Pereira, Young, Zalatoris y Fitzpatrick, que llegaron a esos hoyos finales con chances. El primero en despedirse fue Young con el doble bogey en el 16. Los 3 putts de Zalatoris en el 16 parecían sentenciar al norteamericano, pero enseguida se recuperó con birdie en el 17 para volver a 5 bajo par. En el capítulo final salvó un gran par y se sentó a esperar junto a Thomas.
El último grupo pegaba en el 17 y un muy mal bogey de Fitzpatrick marcaba el final para el inglés. Pereira arriesgó desde el tee y su pelota quedó a unas 30 yardas del hoyo en el corto par 4. Su approach no fue perfecto, pero tenía la chance desde 4 metros. Su putt para birdie se detuvo en el borde del hoyo. Media vuelta más y hubiera llegado con dos de ventaja al difícil hoyo final, lo que hubiera sido un mundo de diferencia para el líder. Allí llegó el momento fatídico para el chileno.
Los que saben te dicen siempre que cuanto más nervioso estás y cuanto más grande es la presión del momento es cuando menos tienes que utilizar las manos en el swing. Pereira estaba frente al momento más importante de su carrera y no pudo controlar sus manos. Hizo un mal swing y la pelota terminó en un arroyo a la derecha del fairway. Un golpe de penalidad por visitar el agua y ahora tenía que hacer 5 para meterse en el play off. Su tercer tiro no dobló lo suficiente y terminó en el pasto alto a la izquierda del green. Su approach volvió a ser defectuoso y terminó anotando 6 golpes en el 18, doble bogey, para terminar perdiendo por la mínima diferencia. Una gran semana para el chileno que terminó de la peor manera.
Me saco el sombrero con Mito que al terminar tuvo tiempo para atender a la prensa y contestó las preguntas que no tenés ganas de contestar. Es difícil ganar en el tour y mucho más difícil ganar un major. Son solo cuatro oportunidades por año y Pereira en su segunda presentación en uno de estos grandes eventos tuvo la chance. Ojalá se le presente alguna más en su carrera porque seguramente la resolverá mucho mejor, pero esta duele y mucho.
Pocos minutos después de que terminara Pereira, llegaron al tee del 13 Thomas y Zalatoris. El desempate era a la suma de 3 hoyos (13, 17 y 18), pero si seguían igualados luego de esos 3 capítulos volverían al 18 para comenzar la muerte súbita. Pareció tener ventaja Zalatoris en el primer capítulo, pero Thomas, luego de fallar el golpe de salida, pegó un fabuloso tercer golpe que lo ayudó a salvar el par. El corto par 4 del 17 los esperaba y allí Thomas no falló alcanzando el green con su golpe de salida. Su rival erró por la derecha y no logró el birdie. Thomas con dos putts desde 10 metros logro el birdie y llegó con 1 de ventaja al hoyo final.
Los dos encontraron el fairway del 18 con sus golpes de salida y el primero en jugar fue Zalatoris que llegó al green, pero muy corto de la bandera. Thomas volvió a pegar un gran hierro que lo dejó a 6 metros del hoyo. Ahora Zalatoris tenía casi la obligación de embocar, y no lo consiguió. Solo dos putts necesitaba Thomas para ganar por segunda vez el PGA Championhsip y no se equivocó.
Su abuelo fue profesional de club en Kentucky, algo que también fue el trabajo de su padre durante muchos años. En 2000 cuando Justin tenía solo 7 años fue con su abuelo y su padre a ver cómo su ídolo Tiger Woods ganaba el PGA Championship en Valhalla, en su Kentucky natal. Hace 5 años se dio el gusto de ganar por primera vez este campeonato con su padre y su abuelo como espectadores. Pasaron 5 años, su abuelo ya no está, pero sus padres estuvieron presentes para celebrar lo que para la familia Thomas tiene un significado muy especial: ser campeón del PGA Championship.
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