Pongámonos una mano el corazón y seamos sinceros. Nadie podría haber imaginado que los cuatro jugadores que marchan al tope del tablero en la edición 104 del PGA Championship iban a sumar cero victorias en el PGA Tour. Nunca jamás en la historia de los majors se había visto algo asi.
Una fuerte tormenta cubrió los cielos de Tulsa, Oklahoma en la noche del viernes y todo cambió en el campeonato. La cancha estuvo más “lenta”, pero el cambio mayor fue el brusco descenso de la temperatura que paso de 32/34 los primeros días a 12/17 durante la tercera jornada del campeonato. A esto le sumamos ráfagas de viento que superaron los 40 km/h y el combo para el desastre estaba servido. Siempre hay algunos que se las arreglan para salir airosos, pero otros lo sufrieron. Uno de ellos fue Tiger Woods.
El viernes terminó bien entrada la tarde y tuvo poco tiempo para recuperar el físico. Le tocó salir muy temprano cuando las condiciones del clima eran las peores y ni siquiera los fisios que estudiaron en Hogwarts pudieron hacer que se sintiera bien. El resultado fue 79 y apenas terminó se retiró del club sin hablar con la prensa. A última hora del sábado le comunicó a la organización que se retiraba del campeonato. La vuelta al golf es difícil para Tiger que seguirá trabajando para poner su físico en condiciones, pero que sabe que a los 46 años no será una tarea fácil. El calendario de Tiger es siempre una incógnita y nadie sabe cuando jugará de nuevo. Está anotado para el US Open que se juega a mediados del mes próximo. Hasta allí me parece imposible que vuelva a jugar.
El tercer día terminó con el chileno Mito Pereira al tope con tres de ventaja sobre Will Zalatoris, quien era líder después de 36 hoyos, y el inglés Matt Fitzpatrick. Un golpe más atrás aparece Cameron Young mientras que el quinto puesto lo igualan el irlandés Seamus Power y el mexicano Abraham Ancer. Dijimos que los cuatro primeros nunca ganaron, pero los que marchan quintos tienen solo una victoria cada uno. Sorpresa y media para todos.
El grupo final salió a jugar habiendo visto que la cancha estaba más difícil que en los primeros días. Rapido Zallatoris empezó a sufrir arriba del green, algo que era muy probable que pasara. Allí saltó Pereira con un gran comienzo y se despegó del resto por 4 golpes luego de los primeros 7 hoyos. Alli tuvo una seguidilla de 4 bogeys que lo devolvió rápido a la realidad, pero Pereira tuvo la mente fría, se recompuso, embocó un muy buen putt en el 13 para birdie y jugó los últimos 5 hoyos en 2 bajo par. Así terminó el día con tres de ventaja y la posibilidad enorme de escribir historia de la grande el domingo en Southern Hills.
En la ronda final Pereira compartirá la salida con el inglés Fitzpatrick, quizás el más experimentado de todos los que están cerca de la punta. Fitzpatrick fue campeón amateur de Estados Unidos en 2013, tiene 7 victorias en el DP World Tour (Europa) y sabe lo que es definir un torneo. Nunca ha estado tan cerca de la victoria en USA y cerrar un major no es cosa fácil, pero ha pasado por momentos de gran presión en la Ryder Cup y creo que en eso tiene alguna pequeña ventaja sobre el resto.
Tres de los nombres importantes que estaban cerca de la punta luego de dos rondas no tuvieron un buen sábado. Justin Thomas anotó 6 bogeys en su tarjeta en camino a un 74 que lo dejó a 7 del líder; Bubba Watson jugó bien en los primeros 9, pero su juego no fue el mismo en el regreso cuando hizo 4 bogeys, tres de ellos en los últimos 4 capítulos, y Rory McIlroy también anotó 74 con un doble y un triple bogey en los par 3 del 6 y el 11. Dos errores demasiado caros que no se pueden cometer cuando pretendes ganar un gran campeonato.
Todo esta listo para la definición. Pereira lleva 3 y sabe que está jugando como nunca en su vida. También sabe que el domingo en algún momento del día, por errores propios o por aciertos de quienes lo persiguen, las cosas se le van a poner complicadas, y será en ese momento cuando tendrá que mantener la mente fría y encontrar las respuesta dentro suyo. El sábado salió airoso de ese momento complicado y cerró la vuelta de la manera que lo hacen los campeones.
El domingo en un major se siente cierta electricidad en el aire. En la cancha de práctica hay un silencio que denota los nervios de todos los que salen con esperanzas. En juego estará el Trofeo Wannamaker y el paso a la historia grande de este deporte, en un domingo que para ponerle un condimento más nos traerá temperaturas muy bajas y vientos muy fuertes.