Con la consigna de remontar un complicado marcador de tres goles contra cero, los Tigres saltaron a la cancha dispuestos a demostrar su poderío ofensivo. Sin embargo, segundos antes de finalizar la primera mitad, el delantero Julián Quiñones complicó el panorama con una anotación. El exjugador de los Tigres festejó como si hubiera olvidado su pasado en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y se llevó los reclamos de sus excompañeros.
El cronómetro recién había marcado los 44 minutos del partido cuando los rojinegros encaminaron una jugada ofensiva. Luego de un saque de banda largo, Julián Quiñones recibió un pase de frente al arco, pero decidió ceder la posesión a Luis Reyes con un pase filtrado.
El defensor lateral de Atlas avanzó algunos metros a pesar de la presión de su marcador y pudo sacar un centro raso dirigido a la zona del manchón de penal. En ese lugar, Quiñones, quien realizó una correcta lectura de la jugada, consiguió desmarcarse y se volvió a encontrar con el balón. La presión de Nahuel Guzmán casi surtió efecto, pero el colombiano pudo definir con la parte interna y marcó el primer gol de la noche.
Apenas notó que el balón había tocado la red, Julián se levantó y corrió hacia la zona de tiro de esquina. En su carrera, se llevó las palmas de las manos a las orejas y con un gesto sarcástico cuestionó los abucheos con los que tuvieron que lidiar desde su llegada al recinto deportivo de San Nicolás de los Garza. Instantes después sus compañeros lo abrazaron y reanudaron el encuentro.
De acuerdo con el reportero de cancha de TUDN, Vladimir García, durante la transmisión, cuando los equipos se dirigieron al vestidor en el medio tiempo, el delantero colombiano de los Tigres, Luis Quiñones, se acercó a Julián para cuestionarlo sobre su festejo. Antes de que los reclamos subieran de tono, miembros del cuerpo técnico acudieron a la escena para separar a los cafetaleros y llevarlos con el resto de los jugadores.
Tigres casi logra la hazaña de la mano de Gignac
Contra todo pronóstico, los Tigres dieron batalla ante el aliento de su gente en el Volcán. Si bien los rojinegros complicaron el trámite, con una anotación en el primer tiempo, el delantero francés reivindicó su liderazgo en momentos de alta tensión y anotó tres goles que acercaron a su equipo al pase definitivo a la final.
En el minuto 50, el silbante César Arturo Ramos decretó un polémico penal en favor de los Tigres que fue bien ejecutado por el francés. Aunque el objetivo aún parecía lejano, los jugadores del Piojo Herrera soñaron con alcanzar el empate anhelado. El ímpetu fue tal que cinco minutos después de haber anotado el primer tanto, Gignac consolidó la segunda anotación con un sólido remate.
En el minuto 70, una caída de Nicolás López fue revisada en el VAR y los Tigres consiguieron el segundo penal de la noche. De nueva cuenta, Gignac anotó desde los once pasos y acercó a su equipo a un solo gol de diferencia. La faena fue concretada por Igor Lichnovsky en un remate dentro del área chica.
Cuando parecía que los pupilos del Piojo lograrían la hazaña, el árbitro marcó una pena máxima en favor de los campeones vigentes. Seguro de su jerarquía, el capitán Aldo Rocha envió su disparo al ángulo inferior derecho y realizó el súbito rescate de un juego que salió de sus manos en 20 minutos de lucidez de los Tigres.
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