Michael Schumacher es considerado uno de los mejores pilotos en la historia de la Fórmula 1. Siete veces campeón de la máxima categoría del automovilismo mundial, el piloto alemán dejó una huella que será por siempre recordada.
En la actualidad, a más de ocho años del grave accidente que sufrió mientras esquiaba en los Alpes franceses y que lo dejó en una situación médica de la que poco se conoce, se puso en venta un auto que Schumi utilizó desde 2009 y que luego vendió justo antes del traumática momento que atravesó él y el resto de su familia.
La Ferrari California es el vehículo de colección que se comercializa a través de Boutsen Classic Cars, un concesionario de automóviles de alta gama con sede en Mónaco. En su salón de ventas se exhiben coches premium, de carrera y hasta monoplazas de F1.
Justamente, el encargado de vender el auto que usó Schumacher es otro ex piloto de la F1. Thierry Boutsen, hoy empresario y dueño del sitio de autos clásicos, corrió entre 1983 a 1993 y lo hizo en diferentes escuderías como Arrows, Benetton, Williams, Ligier y Jordan. Su historial marca que participó en 164 Grandes Premios, ganó tres carreras, se subió a 15 podios y fue el más rápido en una clasificación.
Según indica la página oficial que puso en venta el coche, “Michael Schumacher compró este Ferrari California nuevo y lo usó de forma privada hasta 2012″. Acto seguido, indican que en la actualidad, el automóvil tiene su sede en Suiza y está disponible para inspección con cita previa. Este clásico está equipado con un motor V8 de 4.3 litros con 460 caballos de fuerza con una caja automática de siete velocidades. ¿El precio para adquirirlo? No está disponible y sólo se puede conocer haciendo una consulta privada por el sitio.
Uno de los detalles particulares que presenta este modelo del Cavallino Rampante es su poco usó. En el tiempo que Michael lo tuvo en su poder, sólo le acumuló 15.643 kilómetros, por lo que el modelo es prácticamente nuevo. La Ferrari es de color plateado, descapotable, y tiene dos franjas negras que se extienden en el capot, el techo y en en el portón trasero del vehículo. Las llantas de aleación se combinan con neumáticos Pirelli P Zero.
Además, lleva la firma de Schumacher en la cabecera de los asientos y en el volante tiene el botón de encendido del motor de color rojo. En su interior, el auto que manejó el alemán tiene terminaciones en cuero gris y negro, con costuras al tono. Según cifras de la fábrica de Maranello, se matricularon unos 8.000 coches del modelo en cuestión.
Más allá de estas características técnicas del auto, uno de los datos salientes es que el propio siete veces campeón de la Fórmula 1 participó en el desarrolló del vehículo desde los comienzos del proyecto impulsado por Ferrari. Facilitó su aporte a técnicos e ingenieros con el objetivo que los compradores pudieran disfrutar de manejar el coche todos los días con el estilo deportivo de fabricación italiana.
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