La pelea entre Saúl Álvarez y Dmitry Bivol escribió uno de los capítulos más tristes en la historia del mexicano. El ruso realizó de manera exitosa una defensa más de su título en las 175 libras avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y registró la segunda derrota en el récord de Canelo. A pesar de haber encaminado una de sus mejores actuaciones, denunció una serie de dificultades que le han impedido cobrar el bono económico que le corresponde por la reyerta.
“Creo que es muy difícil que me paguen. Nunca había enfrentado este reto porque aún no había llegado. No me ha llegado el pago. Todavía estamos pensando en cómo hacerlo. No sabíamos ni pensamos en el futuro porque la situación está cambiando rápidamente. Ni siquiera lo pensé y le dije a mi mánager: ‘Vadim, vamos, este será tu dolor de cabeza’”, señaló durante una entrevista a la agencia de noticias Tass.
De acuerdo con diversos medios de comunicación, el contrato para la pelea por el título de los semipesados contempló que Dmitry Bivol sería el menos beneficiado económicamente. En ese sentido, aseguró la ganancia de USD 2 millones, así como el 30% de las ventas de Pago Por Evento. La cifra total que el pugilista originario de Kirguistán estaría imposibilitado de cobrar rondaría los USD 5 millones.
El motivo de la negativa a realizar el pago podría responder a factores extradeportivos. Y es que se trataría de una repercusión derivada de la invasión que Rusia encaminó en contra de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Cabe mencionar que, a pesar de haber nacido en Kirguistán, Bivol cuenta con la nacionalidad del país gobernado por Vladimir Putin, por lo que ha sido sujeto de diversas prohibiciones.
La AMB, federación internacional a cargo de la pelea entre Canelo y Bivol, dio a conocer una serie de restricciones a todos los púgiles rusos y bielorrusos como respuesta a los conflictos bélicos. En ese sentido, además de haber borrado el nombre de Rusia en los rankings de todas sus divisiones, decretaron medidas extraordinarias que repercutieron la noche del 7 de mayo.
Contrario a lo que hizo Saúl Álvarez, Bivol se vio imposibilitado de entrar al ring con su bandera nacional, así como de entonar el Himno durante la ceremonia protocolaria previa a la pelea. A pesar de ello, hasta ese momento no se habían dado a conocer restricciones que perjudicaran el cobro.
Las medidas no fueron determinantes para el trámite de la pelea. Incluso, a pesar de haber sido el menos favorecido en las casas de apuestas y recibido por los asistentes a la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, en medio de abucheos, Dmitry Bivol consiguió hacer su pelea ideal y sobreponerse a quien, hasta entonces, era considerado el mejor libra por libra del mundo.
La revancha contra Canelo Álvarez
Durante la etapa de negociación, Dmitry Bivol cedió ante todas las condiciones impuestas por la esquina del boxeador más popular. Una de ellas consistió en una cláusula ante una posible revancha que favoreció al mexicano a pesar de ser el retador por el cinturón, pues en caso de ser derrotado, como sucedió, tendría el derecho a reclamar una segunda pelea. El motivo obedeció a intereses económicos, toda vez que dicha reyerta puede ser más atractiva que la primera.
Pese a la obligación, las dificultades para cobrar el bono podrían alejar a Bivol de aceptar la revancha.
“Tengo una cláusula según la cual estoy obligado a darle la revancha a Álvarez. No prescribimos las condiciones de antemano, y eso es bueno. Ni siquiera pienso en planes futuros ahora. Antes de cada pelea pienso que será mi última pelea. Sí hay algunos planes vagos, pero siempre estoy de humor como si esta fuera la última pelea”, señaló.
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