El Club de Futbol Atlante, que actualmente disputa sus encuentros en la Liga de Expansión, es uno de los equipos de mayor tradición en el futbol mexicano. Desde sus orígenes tuvo el designio de movilizar a las masas al recibir el mote de “equipo del pueblo”, aunque su popularidad ha trascendido las fronteras. Incluso, el trovador español Joan Manuel Serrat se sumó al grupo de aficionados de los Potros de Hierro cuando viajó a México por primera ocasión.
El exfutbolista y actual comentarista deportivo Félix Fernández documentó un encuentro con el Noi del Poble-sec, traducido del catalán al español como el Chico del Pueblo seco. En un video documentado por medio de sus redes sociales lo cuestionó acerca del motivo que lo llevó a convertirse en hincha del Atlante. Sin dudarlo mucho, Serrat recordó la primera vez que llegó al país azteca y la relación con su país de origen.
“Porque cuando yo vine por primera vez aquí necesitaba elementos de empatía futbolística y el único cuadro que iba de azul y grana era el Atlante. No se puede cambiar esto ya. Ya no pienso en cambiar (de equipo)”, respondió a pregunta expresa de quien destacara como arquero de los Potros.
En España, el indisociable vínculo del futbol con la política lo han convertido en uno de los deportes más populares de la región. Son pocas las personas que se mantienen indiferentes a la hora de elegir los colores de algún equipo y en el caso de Serrat no es distinto. De hecho, el artista ha reivindicado en muchas ocasiones el amor que tiene por el FC Barcelona.
Joan Manuel nació el 27 de diciembre de 1943 en el Poble Sec, un barrio popular ubicado al interior de Barcelona, España. La recién concluida guerra civil, así como el franquismo y la resistencia de diversos personajes motivados por la ideología nacionalista de Cataluña sembraron en él el sentimiento de pertenencia con su tierra natal, motivo por el que se aferró a todas las expresiones culturales que implicaran una postura política contra la dictadura.
Aunado a la resistencia militar que se gestó en diversas regiones de Cataluña, el Club de Futbol Barcelona se reivindicó como uno de los principales estandartes antifranquistas. Los motivos no solamente fueron deportivos, pues personajes como Josep Sunyol, quien fue presidente del club y abanderó el nacionalismo de la región, fue asesinado a manos del ejército comandado por Francisco Franco en el año de 1936.
Con dicho antecedente Serrat dio sus primeros pasos como futbolista, pero el sueño terminó a los 18 años. Lejos de optar por el camino del deporte, eligió estudiar la universidad y dedicarse a la composición en interpretación musical. A pesar de la renuncia, el cariño por el equipo culé lo ha acompañado a lo largo de su trayectoria, al grado de haber dedicado una composición al icónico mediocampista del equipo, Ladislao Kubala.
Su talento artístico lo llevó a conocer México en 1969, aunque en su regreso seis años después tuvo que quedarse en contra de su voluntad. En 1975, durante una gira, la dictadura de Franco fusiló a cinco combatientes antifranquistas. El suceso fue duramente repudiado por Serrat, aunque como respuesta las autoridades españolas abrieron una investigación en su contra por injurias al jefe de Estado, razón suficiente para permanecer en la nación tricolor.
Ante la imposibilidad de volver a su tierra natal, Serrat aprovechó para recorrer el país durante cerca de un año. Así, ávido de reivindicar el simbolismo antifranquista en el exilio, halló en el Atlante al equipo de futbol que más lo vinculó con el Barça, aunque solamente fuera por los colores.
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