Después de que Wimbledon tomó la tajante decisión de no permitir la participación de jugadores rusos y bielorrusos en su edición 2022 por la invasión a Ucrania y se transformó en el primer evento deportivo del mundo en aplicar una medida de este calibre, toma cada vez más fuerza la versión de que los principales jugadores masculinos del circuito se preparan para una batalla legal: van a pedir que el torneo no sume puntos en el ranking.
Según ha publicado el periódico The Telegraph, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) estaría dispuesta a entrar en una disputa directa contra el Grand Slam más antiguo del mundo, que se transformaría este año en un torneo de exhibición con una gigantesca bolsa de premios en efectivo de más de USD 40 millones.
Si la ATP decide ratificar este pedido de las figuras masculinas dentro de las próximas 24 o 48 horas, sería una clara respuesta provocativa a lo que remarcó Ian Hewitt, presidente del All England Club, quien recientemente dijo que el veto a estrellas como Daniil Medvedev o Aryna Sabalenka, entre otros, fue “la decisión más responsable posible dadas las circunstancias”.
Todavía la decisión no es definitiva. El directorio del ATP World Tour lo tiene que evaluar, aunque los expertos consultados por el citado medio británico insisten en que Andrea Gaudenzi, director ejecutivo de la ATP, estaría dispuesto a apoyar la postura de los principales los jugadores. Gaudenzi tendría la última palabra en la Junta de la ATP que está formada por tres representantes de jugadores y tres representantes del torneo.
El Consejo de Jugadores de la ATP actualmente está integrado por Roger Federer, Rafael Nadal y Andy Murray, junto con otros nueve representantes del circuito, mientras que Novak Djokovic renunció hace 18 meses porque tenía la intención iniciar un sindicato independiente. Desde Telegraph informaron que desde el All England Club esperaban tener a Murray de su lado, pero el jugador escocés sorprendió al dar su opinión.
Hace 10 días, le preguntaron a Andy Murray en Madrid que pensaba sobre la prohibición que se le aplicó a los jugadores de Rusia y Bielorrusia y prefirió mantenerse neutral. “Lo siento por todos. Lo siento por los jugadores que no pueden jugar, y no apoyo ni a un lado ni al otro”, dijo ante la prensa.
Todo indica que la WTA se inclinará en la misma posición que el circuito masculino y será una cuestión a resolverse en los próximos días, ya que las listas de participantes cierran seis semanas antes del inicio de los torneos, es decir, la próxima semana. La acción en el Grand Slam de hierba comienza el próximo 27 de junio y se extenderá hasta el 10 de julio.
Debido a que Wimbledon es un evento independiente dentro del circuito profesional y es dirigido por un club de miembros privados, el único recurso que tienen la ATP y la WTA para manifestarse contra la decisión del All England Club es retirar sus puntos de clasificación. Si eso sucede, podría considerarse el mayor enfrentamiento entre los jugadores y Wimbledon desde el boicot de 1973, cuando 80 jugadores se manifestaron contra una sanción que la Federación de Tenis de Yugoslavia le puso a Niki Pilic por negarse a jugar la Copa Davis.
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