Con el mismo peinado rubio con el que se destacaba en las canchas, un pantalón achupinado y los tatuajes que sobresalen de las mangas cortas de su chomba, Guti se presenta en el Hotel AC Recoletos Marriot de Madrid para cumplir con el compromiso que había tomado con Infobae. Para la leyenda del Merengue no pasó el tiempo. Con 45 años, el ex volante mantiene una apariencia similar a la de sus días en el Santiago Benrabéu. Y probablemente algún desprevenido podría confundirlo con una de las estrellas del plantel actual que lidera Carlo Ancelotti.
Como si se tratara de una especie de Peter Pan del fútbol internacional, el ex mediocampista que formó parte de Los Galácticos se muestra predispuesto a responder con la experiencia ganada en el último tiempo, pero con la misma esencia que mantenía durante su época en la Casa Blanca.
—¿Cuánto de mito y cuánto de realidad hubo sobre aquella información que se instaló en Argentina sobre tu posible llegada a River?
—Todo lo que se dijo fue verdad. Como yo me casé con una argentina, tengo familia en Tucumán y me contactaron a través del hermano de mi mujer. No me llamó el presidente del club directamente, pero me enviaron una propuesta a través del hermano de mi mujer. Lo pensé, pero consideré que no era el momento porque ya estaba cansado de jugar y prefería estar con mi familia y mis hijos. Quería tener una vida totalmente distinta a la del futbolista, pero es verdad que me quedé con ganas de jugar un Superclásico.
—En Real Madrid tuviste como compañero a Fernando Gago, quien esta temporada generó una revolución en el fútbol argentino con Racing; ¿en ese entonces le veías potencial como entrenador?
—A Fernando lo conocí cuando él era un niño, porque llegó cuando era muy joven al Real Madrid. Recuerdo que era muy tímido y que le costó adaptarse al fútbol europeo. De todos modos se veía que tenía mucha calidad e imagino que le gustará entrenar de la misma manera que lo hacía en las canchas. Se percibe que sus equipos tienen la mentalidad de imponer el buen fútbol, brindando un buen trato al balón.
—Otro compañero que tuviste fue Karim Benzema, ¿es el momento para que pueda ganar el Balón de Oro?
—(Suspira) Es que si no se lo dan este año, creo que no se lo van a dar nunca. No hay una temporada tan clara como ésta en la que ha demostrado que está por encima de los demás. No conozco a ningún otro jugador que haya estado en los momentos determinantes en su equipo, tanto en La Liga como en la Champions, tan acertado como ha estado Karim. Sería una locura que no le dieran el Balón de Oro. Si no se lo dan a fin de año, voy a dejar de creer en el Balón de Oro. Ni siquiera Salah ha estado a la altura de Benzema esta temporada. Tampoco Mbappé, que si bien tuvo grandes partidos con su selección y el PSG, no pudo llegar al nivel de Karim. Salvo Cristiano Ronaldo, no hay nadie que haya marcado 9 goles en las series de eliminatorias de la Champions League, y eso es un mérito increíble.
—Recientemente Antonio Cassano dijo que Carlo Angelotti tuvo mucha suerte para llegar a la final de la Champions League, ¿qué análisis podés hacer de esa sentencia?
—No creo que Angelotti esté donde esté gracias a la suerte. Él ha sido el único en ganar en las cinco ligas y eso tiene un valor increíble. La carrera que ha hecho no se forma sólo con la suerte. Él tiene un carácter y un dominio de vestuario que lo logra a través de la tranquilidad y el buen rollo con el jugador. Creo que es una de las cosas más importantes en un club tan grande, porque tener a todos los futbolistas contentos detrás de ti; donde hay mucho ego y todos quieren jugar, formar un equilibrio es una de sus grandes labores. Yo me quito el sombrero ante Carlo por lo que ha hecho esta temporada y la carrera que ha formado.
—Se nota una gran admiración hacia Ancelotti, ¿te gustaría seguir sus pasos como entrenador?
—Sí, claro. En el Besiktas estuve como segundo entrenador, pero nunca me han ofrecido ser el primero. Yo me siento preparado para todo, pero es verdad que me gustan los buenos proyectos en los que hay ilusión, compromiso y corazón. Son esos factores los que necesito para coger a un equipo, porque la motivación es fundamental.
—¿Y cuál es la característica principal del Guti entrenador? ¿Hay alguna semejanza con aquel volante talentoso?
—Hay que separar al Guti jugador del Guti entrenador. No creo que porque haya sido buen jugador, mis equipos tengan que jugar bien al fútbol. Creo que para ser un buen entrenador hay que adaptarse a lo que tienes y sacar el mejor potencial de cada uno. La idea es invertir todo el esfuerzo y el trabajo en un plantel que pueda jugar lo mejor posible. Nada más. No significa que el talento que haya tenido como futbolista lo tenga que exigir como entrenador. Al contrario, pienso que el mejor resultado para un entrenador es ganar, porque después nadie se acuerda si se ha jugado bien o si se ha jugado mal. Lo más importante son los resultados y conseguir las victorias. Eso es lo que hago: cada vez que cojo a un equipo me focalizo en sacar el mejor potencial de cada uno sin importar el sistema táctico.
—Tendrás que adaptarte al cambio de época. Imagino que los entrenamientos no son los mismos a los que tenías durante tu etapa como futbolista…
—Es verdad que cambió mucho la forma de entrenar. En mi época, se practicaba mucho más el balón parado, las faltas, las formas de atacar y de defender; pero ahora es todo más teórico. Los entrenadores hacen más hincapié en mostrar videos y explicar cómo deben moverse los jugadores en el aspecto defensivo y ofensivo. Es todo más colectivo. Casi todos los equipos tienen 2 o 3 jugadas ensayadas, que las repiten constantemente.
—¿Dentro de esos videos aparecerán los que se viralizan cada tanto y te tienen como protagonista?
—No creo (risas). Cuando salía a la cancha intentaba emocionar a la afición con mis jugadas. Quería que cada intervención quedara guardada en la memoria del público. Y hoy todo es distinto, porque los simpatizantes tienen todo en YouTube. Los jóvenes pinchan el video, lo copian, lo suben a Twitter o Instagram y se viralizan. Antes quedaban las jugadas en las conversaciones en las calles y hoy casi que todo se reproduce en tiempo real.
—A horas del clásico de Madrid, ¿qué te genera el partido que se disputará en el Wanda Metropolitano?
—Mucho. En España hay dos partidos importantes: uno es el Real Madrid contra el Atlético de Madrid, que significa el orgullo de la ciudad y el otro es el Real Madrid contra el Barcelona, que representa el clásico a nivel nacional. Son dos encuentros muy bonitos, que se viven con mucha intensidad desde las canteras. En este caso será un derby especial, porque el Real Madrid ya ha ganado La Liga y tiene la cabeza puesta en la Champions. Se supone que el Aleti tiene muchas cosas en juego, pero los futbolistas que ponga Ancelotti sabrán que para la afición es un partido muy importante, porque una victoria podría complicar la clasificación del Atlético a la próxima Champions, y eso es lo que más quieren los aficionados del Bernabéu. Además, ganar los dos clásicos en una misma temporada es como si fuera un título más.
—Se habló mucho de la negativa del Atlético de Madrid a realizar el tradicional pasillo a los campeones de La Liga, ¿qué opinión tenés al respecto?
—Es una lástima. En sus días el Real Madrid no se lo ha hecho al Barcelona y el Barcelona tampoco se lo ha hecho al Real Madrid. Ahora es el Atlético de Madrid el que no quiere hacerlo. Creo que en ese sentido ninguno de los tres equipos le hace un bien al fútbol. En este caso es el Atlético, pero también pasó con el Madrid y el Barça. Deben entender que por encima de las rivalidades y de los deseos que se puedan fijar en los vestuarios está la entidad. No hay nadie que esté por encima de la historia de cada club. Para mí es al revés: creo que engrandece al equipo que hace el pasillo, porque genera un valor adicional al deporte y al trabajo bien hecho durante un año.
—A menos de 200 días para el Mundial de Qatar, ¿cómo ves a la selección española y el grupo que le tocó?
—Casi siempre en la fase inicial toca un equipo que está en tu mismo nivel. En este caso fue Alemania, y creo que van a pasar los dos a los octavos de final. Imagino que en Qatar se van a dar muchas sorpresas, porque exceptuando a Francia, que la considero como la mejor selección de la actualidad, hay varios equipos muy igualados. No sabría decirte otro candidato que no sea Francia, porque si está en un nivel top durante ese mes no creo que haya algún rival que le pueda ganar. Pero si no llega en su mejor momento a Qatar, creo que cualquiera podría quedarse con el título. Será una Copa del Mundo muy divertida.
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