La camiseta que lució Diego Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México 1986 marcó un nuevo récord. La oferta final por la casaca que el Diez cambió con Steve Hodge fue de 7.142.500 libras (USD 9,2 millones), según le informó a Infobae la casa de subastas Sotheby’s.
Para tener noción de la cifra que se pagó por la pieza, el pico hasta esta semana pertenecía a una camiseta de los Yankees de Nueva York que utilizó el mítico beisbolista Babe Ruth durante el lapso 1928-1930: se vendió en USD 5,64 millones en una subasta el 15 de junio de 2019. Maradona hizo añicos esa cifra y levantó la vara a un nivel impensado.
El cierre de la puja fue el pasado 4 de mayo, tras 15 días de subasta abierta. Sin embargo, fue en los últimos minutos cuando tomó vértigo la pelea, con no menos de cinco ofertas. Al final, el vencedor provino de Medio Oriente, aunque no se dio a conocer su nombre.
Sin embargo, el revuelo que se generó en las últimas semanas hubiera quedado anulado si la prenda no hubiera estado en perfecto estado de conservación. Durante los últimos 20 años había habitado el Museo del Fútbol de Manchester. Y Hodge intentó incluso asegurarla. Tomó esa decisión por temor a que se arruinara. Y una de las situaciones en los que estuvo a punto de dañarse ocurrió en un programa de TV. Sí, el manto sagrado con el que, según el futbolista británico y el estudio realizado por Sotheby’s, Maradona anotó La Mano de Dios y el Gol del Siglo, dos de las conquistas más icónicas de la historia, corrió riesgo en vivo y en directo, ante los ojos de los espectadores.
El video fue recuperado en los últimos días por The Sun. Pero Hodge ya había relatado las circunstancias en diversas entrevistas y en su libro, “El hombre con la camiseta de Maradona”. “Al volver a Inglaterra puse la camiseta en el ático de mi casa y quedó ahí hasta 2002, cuando vi una noticia que me llamó la atención: una de las remeras que Pelé había usado en el Mundial 70 fue a subasta y se vendió por 150 mil libras. Supe que la de Maradona en 1986 podía ser comparable y la camiseta que guardaba se convirtió en tema de conversación. Me invitaron a un programa de televisión, en Londres, y viajé el día previo. A las once de la mañana me llamaron para preguntarme si la había traído. No la tenía, así que llamé a mi suegra para que la buscara y me la enviara en una moto a través de un mensajero. Me puse muy nervioso hasta que me la entregaron a las dos de la mañana. En otro programa, uno de los conductores quiso ponérsela. Como toda la indumentaria de entonces, la de Maradona era muy pequeña, así que empecé a transpirar más por eso que por las luces del estudio. Tuve miedo de que se rompiera, y eso me sirvió para que decidiera asegurarla, pero fue muy difícil porque ninguna compañía quería ponerle un valor. Entonces la dejé en el Museo Nacional del Fútbol, en Preston. La gente me hace más preguntas por la camiseta de Maradona que por otra cosa. Nunca la lavé, todavía tiene su transpiración y su ADN”, detalló su periplo.
En las imágenes que ganaron las redes sociales se advierte la secuencia. “¿Ven esto? Esta es la camiseta que Diego Maradona usó en el partido de La Mano de Dios en México 1986. Es la camiseta que usó para hacer el gol con la mano ante Inglaterra. Fue traída esta mañana por uno de nuestros invitados, Steve Hodge”, dice una locutora en off, mientras un humorista muestra la prenda en cámara, dentro de una percha.
Luego la cámara se traslada a una especie de living en el que está sentado el ex mediocampista, con el conductor y rodeado de panelistas. La casaca pasa de mano en mano y, tal como contó el mundialista, se lo ve incómodo. Uno de los allí presentes posteó en estos días una foto con la camiseta puesta. Su físico es mucho más grande que el del mítico N° 10 albiceleste.
“Quiero ver mas detalles, quiero sentirla. Steve, ¿cómo es que esta camiseta terminó en tu poder? ¿Cómo hiciste para conseguirla?”, le preguntan. “Sean cuidadosos, trátenla adecuadamente”, solicita. “Le dije a mi hijo que lo haría, así que hijo, si me estás viendo, ésta es la camiseta de Maradona”, dice uno de los allí apostados. “Es una camiseta común”, se escucha”. “Constantemente al final de los partidos se dan intercambios. Me puse muy feliz cuando me tocó esta, cuando me lo crucé se la sacó y me la dio”, naturaliza Hodge.
En su libro contó al detalle el operativo para obtenerla. “Cuando terminó el partido, un par de compañeros quisieron la camiseta de Maradona. Al principio, ni pensé en eso. Nunca lo había hecho en el Mundial y solo quería irme rápido. Los argentinos festejaban como locos. Pero como ya estábamos eliminados, me dije: ‘Bueno, puedo probar’, y me acerqué a darle la mano a Maradona. Chris Waddle estaba en lo mismo. En eso me pidieron que hablara con Gary Newbon -entrevistador-, y eso me retrasó, así que tardé un par de minutos en irme de la cancha. Los equipos tenían dos túneles separados, pero bajo tierra se unían y nos llevaban a los vestuarios. Yendo para el mío, veo cómo Maradona también va para el suyo. Nos miramos y estiré mi camiseta, como pidiéndole un cambio. Él dijo que sí con la cabeza y listo. Fue pura casualidad. Juntó sus manos como un gesto de agradecimiento y se fue”, narró.
“Tuve ofertas para venderla pero no quise hacerlo: es el gran momento de mi carrera y un recuerdo del mejor futbolista que jugó a este deporte”, le dijo vía mail al periodista Andrés Burgo, autor del libro “El partido”. Pero cambió de opinión y se alzó con una cifra récord... Que estuvo a punto de esfumarse en vivo y en directo en un programa de TV.
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