Después de que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) envió un comunicado para insistir a los pilotos de que deben respetar algunas normativas de seguridad ligadas al uso de ropa interior y también a la utilización de relojes, piercings y joyas, dos de los competidores más veteranos salieron a protestar de manera desafiante: Lewis Hamilton y Sebastian Vettel se plantaron ante la Fórmula 1 con unos extravagantes looks.
El alemán Sebastian Vettel decidió apoyar a Hamilton en su batalla con la FIA y apareció en el paddock del Gran Premio de Miami con su ropa interior encima de su traje de carreras. En las redes sociales empezaron a circular rápidamente las imágenes de Vettel con la vestimenta de Aston Martin pero acompañada con un calzoncillo gris.
En una conferencia de prensa previa, Vettel consideró un “poco innecesario” que la FIA tenga tanta rigurosidad con estos temas. “Si somos lo suficientemente mayores para tomar nuestras decisiones fuera del automóvil, deberíamos tener la edad suficiente para tomar decisiones también dentro del automóvil”, dijo el tetracampeón mundial.
El uso de ropa interior ignífuga se ha convertido en un tema de conversación en los últimos fines de semana después de la insistencia de cuidar este aspecto por parte de Niels Wittich, nuevo Director de Carreras de la FIA. La normativa también recae sobre la utilización de aros, collares, relojes y todo tipo de joyas, por lo que uno de los más afectados es Lewis Hamilton. Incluso, en ese punto, Vettel opinó que se trata de algo “personal” con la estrella de Mercedes.
Precisamente, Lewis Hamilton se presentó a la conferencia de prensa de este viernes luciendo tres relojes, ocho anillos y numerosos collares y pendientes en una clara postura desafiante contra la decisión de la FIA de ser más rígida sobre esta normativa.
El siete veces campeón mundial competirá en el Gran Premio inaugural de Miami pese a la prohibición sobre los piercings y joyas. Hamilton, quien actualmente es el piloto más laureado del deporte y uno de los más queridos en Estados Unidos, dijo que no puede quitarse algunos de sus piercings y, en un principio, sugirió la posibilidad de no competir.
“Y si me lo impiden, que así sea. Tenemos un piloto de repuesto (...) de todas formas hay muchas cosas que hacer en la ciudad, así que estaré bien en cualquier caso”, disparó. No obstante, Mercedes presentó la documentación a la FIA que decía que cumplían con las reglas, y según reveló una fuente a Reuters, se le había otorgado al piloto una exención de dos carreras por sus piercings.
El deportista británico de 37 años deberá quitarse sus aros antes del Gran Premio de Mónaco, que será el 29 de mayo. Mientras tanto, Hamilton subrayó su resistencia a la normativa llevando una gran cantidad de anillos, tres relojes, un brazalete, varios collares y pendientes en ambas orejas. También tiene un piercing nasal pero estaba oculto por su mascarilla. “Hoy no he podido ponerme más joyas”, dijo.
El piloto inglés dijo que le parece que la prohibición es casi un paso atrás. “Se trata de una cosa tan pequeña. Parece innecesario que nos metamos en esta disputa”, opinó. Además, al ser preguntado sobre cuál podría ser la solución, Hamilton indicó que no puede hacer mucho. “No puedo quitarme al menos a dos de ellos. Uno no puedo explicar realmente dónde está. No obstante, lo que puedo decir es que es platino lo que tengo, así que no es magnético, nunca ha sido un problema de seguridad en el pasado. Me he sometido en 16 años a muchas resonancias magnéticas y no me han tenido que quitar el platino”, argumentó.
Habrá que ver cuál es la respuesta de Niels Wittich, quien había emitido un recordatorio a todos los equipos y oficiales de que el uso de piercings y cadenas metálicas en el cuello está prohibido durante la competición y podría ser controlado. Según Wittich, el uso de joyas bajo la ropa ignífuga obligatoria podría reducir la protección contra la transmisión de calor y aumentar el riesgo de lesiones por quemaduras. Además, indicó que podría dificultar la intervención y el tratamiento médico debido al riesgo de “engancharse” al quitarse el equipo de seguridad, como el casco, el pasamontañas o el traje.
“En el caso de que se requieran imágenes médicas para informar del diagnóstico tras un accidente, la presencia de joyas en el cuerpo puede causar una complicación y un retraso significativos”, se excusó el directivo alemán. Aunque sus palabras no fueron impedimentos para Hamilton y Vettel.
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