“Es parte de nuestra genética como argentino: no dar por perdido nada hasta ultimo momento. Entendemos, de una manera analógica, que este es el sable de San Martín del Siglo XX y que tiene que estar en casa”.
La frase salió de la boca de Marcelo Ordas, el argentino que este miércoles pujó hasta el último segundo por la camiseta con la que Diego Maradona le marcó los dos goles a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México 1986 que consagraría al seleccionado argentino como campeón. La camiseta se vendió en más de 9 millones de dólares a un postulante de Medio Oriente, según confirmó Ordás en Radio Metro minutos después de la subasta.
A segundos de involucrarse en la puja, el coleccionista argentino habló con Infobae y se refirió a su deseo de comprarla. “Hay un argentino acá haciéndole honor a la historia y también hubo mucha gente que me llamó para decirme que cuente con ellos”, le explicó a este medio desde Londres, a pocos minutos de que se finalice la subasta récord del mítica tesoro. “No es una cuestión de un coleccionista que simplemente quiere llevarse el crédito para ponerla en un placard. Acordamos que en caso de llevarnos esta reliquia estará en el mejor lugar posible para que le vean todos los argentinos para siempre”, agregó.
Tras la puja por la indumentaria, Ordas habló con Radio Metro para confirmar que estuvo a 17 segundos de comprar la remera: “Pensé que la ganábamos porque detrás de mi hay mucha gente que acompañó esta cruzada. El sueño que nos movilizó estar acá en Londres. Tenemos que firmar papeles todavía. Era llevarla a casa el sueño, llevarla a Argentina. Triste por no poder llevarla a casa para compartirla con todos los argentinos. Del otro lado había gente de Medio Oriente con muchos más recursos económicos, no con más recursos históricos y pasionales como los nuestros. Faltaban 17 segundos y éramos la mejor oferta”.
Previamente, le había contado a este medio cómo estaba el panorama: “Nos dieron una sala muy bonita. Faltan 18 minutos para el cierre de la subasta. Estamos con fe, pero es muy difícil. Teníamos que venir y, en el peor de los casos, por lo menos intentarlo”. “El presidente de la AFA, Claudio Tapia, me llamó de manera personal para decirme que cuente con él personalmente para hacer un esfuerzo y con algún que otro amigo que se estaba sumando a la causa. También hoy, de manera muy sorprendentemente hermosa, Gerard Piqué hizo causa común para poder repatriar esta reliquia”, le agregó a este medio antes de someterse a una disputa millonaria con un comprador de Medio Oriente.
En una entrevista con Infobae en noviembre de 2019, este hincha de Independiente que vivió la época dorada del Rojo reveló que todo comenzó en 1990 durante el triunfo de la Albiceleste contra Brasil en el Mundial de Italia. Él era uno de los más de 60 mil espectadores que se encontraban en el Estadio delle Alpi viendo el duelo de los octavos de final y, luego de haber perdido la esperanza de clasificarse a la siguiente ronda porque la verdeamarela era claramente superior en el campo de juego, se desmayó tras gritar el gol de Claudio Paul Caniggia: “En el momento en que la pelota infló la red salí corriendo desaforado y les grité de todo a los brasileros que nos estaban gastando. Ahí nomás me descompensé”.
Con apenas 17 años, recuperó el conocimiento en una sala de primeros auxilios en el estadio y una enfermera le informó que el equipo de Carlos Bilardo había vencido 1 a 0. Fue Julio Grondona, amigo de su padre quien era secretario de Cultura de Independiente, le abrió las puertas del vestuario del seleccionado nacional en donde se encontró con sus héroes. “Cuando abrió esa puerta fue mucho más que Disney. Fue la mayor descripción de felicidad que tuve en mi vida”.
Caniggia le regaló entonces la camiseta con la que había marcado el histórico gol y despertó en él un pasatiempo que lo llevó a convertirse en el coleccionista de camisetas más grande del mundo.
Entre sus piezas más preciadas se encuentra una de las pelotas con las que se disputó la final del Mundial de Uruguay 1930, una camiseta del club Alumni de 1901, un par de botines de la selección alemana nazi durante el Mundial de 1938, una casaca del Santos con la que Pelé ganó la Libertadores de 1964 , la camiseta con la que Johan Cruyff debutó en la selección de Holanda y la 10 con la que Riquelme se consagró campeón del mundo con Boca Juniors ante el Real Madrid en el año 2000, entre otros tesoros.
Ordas viajó a Londres para participar de la subasta de la camiseta que Maradona vistió ante Inglaterra en 1986 y con la cual marcó los dos tantos más recordados de su carrera: La Mano de Dios y el Gol del Siglo. La prenda estaba en manos del ex futbolista inglés Steve Hodge, quien la intercambió con el Diez tras aquel mítico encuentro, y fue presentada para su licitación el pasado 20 de abril en una galería de de la capital inglesa.
“La camiseta está en buenas condiciones generales consistentes con el uso intensivo, la transpiración y la actividad atlética. Ligero deshilachado en el dobladillo en la parte inferior delantera de la camisa y manchas menores en todas partes”, es la descripción del sitio sobre esta “armadura”, como la llama Ordas.
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