Este viernes, la ex futbolista estadounidense Hope Solo informó que postergará su ingreso al Salón de la Fama del Soccer porque iniciará un tratamiento de manera voluntaria para tratar su adicción al alcohol después de los últimos episodios que mancharon su imagen. La ex arquera de 40 años es una leyenda del deporte de su país y ha asegurado que por el momento su único objetivo es el cuidado de su salud y de su familia.
A través de un comunicado que publicó en las redes sociales, la norteamericana explicó: “Entraré voluntariamente en un programa como paciente de tratamiento de alcoholismo para abordar mis problemas con el alcohol”, y agregó: “En este momento, mis energías y mi atención están totalmente direccionas a mi salud, mi recuperación y el cuidado de mi familia”.
El 21 de mayo, Solo iba a participar de la ceremonia para entrar en el Salón de la Fama del Fútbol de Estados Unidos. En el escrito, anunció que ya se contactó con las autoridades y que se decidió postergar su ingreso para 2023. “Quiero agradecerles por el apoyo y la comprensión por mi decisión”, escribió la ex deportista que se retiró en 2016.
A finales de marzo, la ex arquera del seleccionado de los Estados Unidos fue detenida por agentes de la Policía cuando se encontraba en un estacionamiento de un hipermercado en Carolina del Norte a bordo de su vehículo junto a sus dos hijos. Si bien horas después fue liberada, se le impusieron tres cargos: por conducir bajo los efectos del alcohol (DWI), resistirse al arresto y un delito menor por poner en riesgo a menores (sus hijos).
La ex jugadora de 40 años, campeona de un Mundial FIFA y de dos medallas de oro olímpicas, estaba en el estacionamiento de Walmart en Parkway Village Circle de Winston-Salem, en Carolina del Norte. Tras ser capturada, fue llevada a la cárcel del condado, donde pasó varias horas hasta ser liberada.
Quien es considerada como la mejor guardameta estadounidense de la historia, ha tenido varios roces con la ley. En 2014, por ejemplo, fue acusada de violencia doméstica en cuarto grado, al golpear al hijo de su media hermana. Se concluyó el caso por la poca colaboración del agredido y quedó libre de culpas. Para el 2015, que arrestada junto a su esposo, Jerramy Stevens, por conducir a exceso de velocidad en Los Ángeles cuando viajaban un automóvil del equipo oficial y por los que la federación la suspendió 30 días.
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