La Fórmula 1 arrancó su carrera contra el tiempo para empezar a delinear su futuro y este miércoles la Federación Internacional del Automóvil (FIA) dio a conocer los parámetros hacia 2026, que será otro año bisagra en la historia de la Máxima, con drásticos cambios técnicos. En lo deportivo, ya habrá novedades en 2023 con la intención de aumentar las carreras sprint, variante que ya tuvo su primera competencia sabatina de este año el pasado fin de semana en Imola, en el Gran Premio de Emilia Romaña.
La Comisión de la F1 integrada por las diez escuderías, la FIA y la empresa que tiene los derechos comerciales de la categoría, Formula One Managament (FOM), se reunieron en Londres para analizar las posibles modificaciones. Luego del cónclave, se difundió el panorama.
Novedades 2023.
Carreras sprint. Los tres antecedentes de 2021 fueron buenos y el espectáculo que se vio este sábado en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola, con el sobrepaso en el final de Max Verstappen (Red Bull) a Charles Leclerc (Ferrari), hizo promover la idea de duplicar la cantidad de fechas con este tipo de carreras en la previa. Los equipos aceptaron la propuesta de que sean seis competencias sabatinas, pero la FIA puso reparos por los inconvenientes de logísticas y en particular el incremento de los gastos que genera una carrera adicional.
La entidad rectora no acompañó con sus votos y habrá que ver si esta idea persiste. Según informó Motorsport, para incrementar las carreras sprint en 2023, se requirió lo que se conoce como una mayoría “simple” de 25 votos de los 30 que se ofrecen entre los equipos (10), la FIA (10) y la FOM (10). Con sólo los equipos y la FOM de acuerdo, la resistencia de la FIA hizo que la propuesta fracasara, al menos por ahora.
Neumáticos. Con el fin de reducir los costos, habrá dos fechas en la próxima temporada en las que los juegos se reducirán de 13 a 11. Se evaluará el impacto económico y según el resultado se analizará aplicar esa medida para todos los eventos de 2024 o siguientes años.
Cámaras en los cascos. Revolucionaron a los fanáticos porque ven exactamente lo mismo que los pilotos y cómo se mueve el auto. Lleva a que los aficionados se suban a los autos y se sientan corredores. Por eso hay plataformas (Star+ en Argentina) que retransmiten a la F1 que tienen un canal especial solo para cámaras a bordo. De esta forma, desde el año venidero todos los pilotos deberán llevar la cámara en sus cascos.
Los cambios para 2026.
La F1 del futuro apunta a cuatro objetivos máximos: reducir costos, mejorar el espectáculo, captar el interés de nuevas fábricas y promover un automovilismo más “verde”, y por eso los combustibles sostenibles son la clave de lo que viene y se apunta a que en 2026 se utilicen por completo.
Motores. En esa búsqueda del cuidado del medio ambiente, se seguirá el camino de la tecnología híbrida iniciado en 2014 con un motor a combustión V6 y otro eléctrico, pero que tendrá el 50 por ciento de la potencia. Ésa es la llave para seducir a otras terminales y la que más fuerte viene sonando para sumarse es Audi, que querría comprar McLaren. Del mismo grupo (VW), Porsche también está interesado en entrar y querría hacerse de Red Bull.
No obstante, el objetivo de la Comisión de F1 no es solo que las fábricas ingresen como escuderías íntegras, sino también que se sumen como proveedores de motores: hoy están Mercedes, Ferrari, Honda y Renault, con su equipo Alpine.
Sostenibilidad financiera. Se está trabajando para definir, consolidar y mejorar las regulaciones financieras con respecto a los motores de combustión, y el objetivo es reducir los costos generales para los competidores mientras se conserva el avance tecnológico de vanguardia que es el núcleo de la F1.
Autos más chicos. Reducir las dimensiones del coche y que su reducción de peso apunte a una mejora en la seguridad. Achicar la carga aerodinámica, que son los aditamentos para el flujo de aire penetre de la mejor forma y el coche no pierda tracción y, por ende, velocidad. Esto complicaría la conducción del monoposto, lo que apunta a que haya más sobrepasos en pista sin depender del DRS, el sistema que permite una mejor entrada de aire en el alerón trasero y que solo se puede usar en determinados lugares del circuito y cuando hay menos de un segundo de diferencia entre un auto y otro.
Se continuará la senda hacia la estandarización o simplificación de componentes seleccionados estratégicamente para fines de reducción de costos. Ampliar el uso de materiales o tecnologías sostenibles y centrarse en la reciclabilidad. Continuar la innovación en materia de seguridad del auto, avanzando hacia sistemas de seguridad activos y conectados.
Algunas propuestas son polémicas, como continuar el camino de la estandarización, lo que implica limitar el trabajo de los ingenieros, que son los artífices a la hora de conseguir una diferencia entre los autos. Sin embargo, el cónclave FIA, equipos y FOM apunta a reducir los presupuestos (este año el límite es de 143 millones de dólares sin contar salarios de pilotos ni de ingenieros jerárquicos) y de esa manera seducir a nuevas fábricas.
Aunque este tema también viene generando controversia desde hace años, ya que hay quienes dicen que el ingreso de las fábricas perjudicó a la categoría, debido a que amplió la brecha entre los más poderosos y los más pobres. La excepción a la regla es Ferrari porque desde 1950 que está en la categoría. Tener a más terminales es el objetivo de cualquier especialidad, pero es cierto que la esencia de la F1 son los equipos. Encontrar el equilibro en esa delgada línea será otra meta que la Comisión de F1 deberá conseguir.
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