Andrés Guardado y Diego Lainez hicieron historia en el futbol español al conquistar la Copa del Rey. En un encuentro donde fue necesaria la disputa de tiempos extras y la tanda de penales para definir al campeón, los jugadores del Real Betis consiguieron superar al conjunto del Valencia. El canterano americanista no fue considerado en la convocatoria, pero El Principito tuvo minutos en el terreno de juego e hizo la diferencia con un gol en la ronda definitiva.
El encuentro arrancó con el ánimo digno de una final. Los dos mejores cuadros de la competencia buscaron imponerse desde el arranque del encuentro copero más esperado. El ímpetu de los dirigidos por Manuel Pellegrini, quien mandó al terreno de juego una de sus alineaciones más ofensivas, se materializó antes de que los rivales pudieran acercarse de manera contundente al arco resguardado por Claudio Bravo.
Al minuto 11 del partido, los béticos emprendieron un sólido ataque que prosperó a pesar de la enorme presencia de los rivales en su medio campo. El defensor lateral Héctor Bellerín recibió un balón en la banda derecha y emprendió una fugaz carrera con la que superó cualquier intención de los zagueros rivales por despojarlo del balón. A escasos metros de tocar la línea final del rectángulo envió un zapatazo al área.
El balón viajó por los aires mientras que los tres defensas centrales del Valencia intentaban descifrar la carrera de los dos rematadores en el área. Un movimiento inteligente de Borja Iglesias le permitió ganar la espalda y frente de sus rivales y se abrió un hueco por el que se elevó por el aire. En plena área chica, el goleador conectó un sólido testarazo que tomó por sorpresa al portero Giorgi Mamardashvili y cruzó la línea de gol.
Las gargantas presentes en el Estadio de La Cartuja de Sevilla estallaron en júbilo al notar que su equipo dio un paso al frente en la disputa por el trofeo. Aunque los locales hicieron todo tipo de esfuerzo por mantener y hasta aumentar su ventaja en el marcador, los pupilos de Bordalás Jiménez pusieron la pizca de emoción necesaria al equilibrar la balanza 19 minutos después de haber inaugurado el marcador.
Corría el minuto 30 cuando los valencianos encontraron la oportunidad perfecta para emprender un contragolpe. En compañía de dos jugadores ofensivos más, el mediocampista Ilaix Kourouma condujo la número cinco hasta que pudo. Su insistencia provocó que uno de los defensas centrales de Betis saliera a recuperar el balón, por lo que habilitó un hueco a sus espaldas.
Hugo Duro Perales aprovechó la oportunidad y recibió un pase filtrado en los linderos del área grande. Apenas condujo por algunos metros cuando recibió el asedio del arquero bético. El achique no fue suficiente, pues el delantero del Valencia definió con un elegante sombrero que impactó el césped antes de tocar el fondo de la red. El estruendo de las gradas no fue tan notable, pero los adscritos a la causa celebraron la paridad en el marcador.
El marcador no se movió más. Los equipos tuvieron que jugar dos tiempos extras donde ingresó el mexicano. Al minuto 102, Guardado entró en lugar de William Carvalo, pero no pudo hacer mucho para aumentar la ventaja. La paridad a un tanto volvió necesaria la llegada de los temidos penales, donde el canterano de los Rojinegros del Atlas se encargó de anotar el tercer tanto. El error en la ejecución de Yunus Musah, de Valencia, le dio el título al Betis.
Con la victoria, Guardado sumó el sexto título a sus vitrinas en los 15 años de trayectoria que acumula en Europa. Cabe mencionar que se coronó con el Deportivo La Coruña, en la segunda división de España, así como dos veces en la Eredivisie y un par más en la Supercopa de los Países Bajos, todos como jugador del PSV Eindhoven.
Por su parte, aunque no fue considerado en la convocatoria, Diego Lainez materializó las buenas aportaciones que demostró en el camino a la final de la Copa del Rey, pues intervino con goles en momentos decisivos de la eliminatoria, y consiguió su primer título en Europa. Además, el equipo del Real Betis levantó la Copa del Rey después de 17 años.
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