El escándalo de los audios está sacudiendo los cimientos del fútbol español en los últimos días. La filtración de diálogos entre el defensor Gerard Piqué y el presidente de la Federación Española Luis Rubiales colocó a ambas personalidades en una situación incómoda dentro del mapa deportivo. El hombre del Barcelona entrecruzó sus roles de empresario y jugador en su estrecha relación con el líder de la pelota en su país.
Después de conocerse tres ediciones de audios tocando distintos temas que iban desde negocios hasta situaciones netamente deportivas, el diario El Confidencial volvió a compartir otro intercambio entre Piqué y Rubiales con Sergio Ramos como involuntario involucrado.
En la nueva versión de mensajes se pudo leer lo que el Diario Marca catalogó como una “traición” de Piqué a su compañero de la selección española Ramos: “Rubi, este es un mensaje que me ha enviado Sergio Ramos. Quédatelo para ti. Por favor, que sea confidencial”.
Ahí queda al descubierto que el defensor de 36 años contactó a su colega del Real Madrid para intentar generar un movimiento en contra de David Aganzo, al frente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) –el sindicato de jugadores– desde 2017 cuando Luis Rubiales dejó la silla para marcharse a la RFEF.
Los audios corresponden a mayo del 2020, cuando todavía Ramos era el capitán del Merengue. “Yo sé la relación que han tenido Rubi y Aganzo y eran íntimos hermanos, vamos, pero a todos lados juntos y demás. ¿Y qué pasa? Que cuando Rubi se presentó para la presidencia de la Federación, pues al otro (Aganzo) lo puso en la AFE. ¿Qué pasa? Que cada uno, al final, cuando se ve con cargo, en un buen cargo, y con poder, pues quiere mandar a su manera. ¿Qué pasa? Que Rubi tenía a tres o cuatro allí en la AFE que le contaban todo, aun estando Aganzo de presidente. Entonces este cogió y los echó. A partir de ahí empezó la guerra y ya pues se lo quiere cargar, porque Rubi quiere mandar en la Federación y en la AFE”, retrata Ramos en el primer audio que difundieron los periodistas Alejandro Requeijo y José María Olmo.
El emblemático jugador hace un resumen de lo que está sucediendo a nivel político en un conflicto que tenía a Rubiales y Aganzo en cada bando: “Entonces, esto es un tema también muy delicado, Geri. Y yo con Aganzo, obviamente, ya te lo he dicho, la relación era correcta y profesional por pertenecer al sindicato y defender los intereses de los jugadores. Pero tampoco tengo nada con él y después del feo que me hizo le he puesto la cruz. Yo creo que esto no es un tema nuestro, es un tema... ¿Nosotros pidiendo la dimisión de un presidente de AFE que realmente el que lo está moviendo es Rubiales? No sé, yo creo que nosotros aquí es un tema suyo para que lo resuelvan entre ellos”.
Ese análisis en un audio de Whatsapp que Ramos hizo para Piqué rápidamente llegó al teléfono de Luis Rubiales a través del celular del jugador del Barcelona. La crítica de Sergio al máximo directivo de la RFEF cayó en manos del propio presidente. En el contacto, el jugador del Barcelona que lleva más de una década con la camiseta de ese club le aclara a Rubiales que esto es sólo para que lo escuche él y es algo “confidencial”.
Pero también deja al descubierto que intentó convencer a Lionel Messi para sumarse al movimiento contra el sindicato de jugadores, pero el argentino –por entonces referente principal del plantel blaugrana– se negó a involucrarse en un tema enrevesado. “El tema está un poco complicado porque Leo no quiere liderar nada de esto. Ningún movimiento de estos, no se quiere meter y no entiende las circunstancias de todo. Me ha dicho habla con los del Madrid a ver qué dicen de esto. Y claro, Sergio me envía esto y estoy un poco ahora... Mañana se lo voy a explicar a Leo, pero he hablado por teléfono con él, le he comentado lo del fondo. El tío estaba muy agradecido pero de ahí a meterse en algo así y liderarlo él sólo yo no lo veo”, le aclaró a Rubiales.
Según el medio español que dio a conocer todas estas conversaciones, Rubiales no se mostró complacido con lo hecho por Piqué ya que consideró que el movimiento de piezas fue apresurado. “No hace falta que me mandes nada porque no era el momento de hablar con Sergio en mi opinión”, le habría dicho.
Toda la saga de audios que develó el periódico El Confidencial se inició con un diálogo que dejó al descubierto el negocio que facilitaron Piqué y Rubiales para que la Supercopa de España se traslade a Arabia Saudita. “No tiene que ver un tema comercial con un tema en el campo. Traigo una oportunidad a la RFEF. Pasan de llevarse 120.000 euros a 40 millones. ¿Acaso los árbitros nos van a pitar mejor?”, se defendió Piqué minutos después de conocerse ese informe periodístico.
Sin embargo, las nuevas publicaciones también expusieron que el hombre del Barcelona pidió ayuda a Rubiales para ser convocado a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 –finalmente no fue citado– y allí también intentó evitar que se entere de su movimiento Ramos, con quien compartió durante diez años la defensa de la selección española. En otra de las producciones presentadas se puede ver el diálogo entre los dos protagonistas centrales del escándalo a raíz de una queja del deportista por el uso del VAR.
“Les pido que hablen del delito que han cometido, que apenas se está hablando. ¿A quién beneficia esto? Yo no bebo alcohol, no fumo... pero yo no garantizo que el día de mañana me puedan meter un saco de cocaína en el maletero. Lo he pasado mal porque se ha perjudicado a gente. ¿No les parece una acción mafiosa que me hayan robado esto con el interés de venderlo a la prensa y dañando mi imagen y poniendo unos audios y no las contestaciones?”, se defendió Rubiales en una conferencia de prensa en plena controversia.
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