El momento en el que la cámara de TV captó la cábala
Para Carlos Salvador Bilardo, la palabra “cábala” no está en su vocabulario. Para él, son “costumbres”. Se le caían de los bolsillos, tanto en su etapa como futbolista, como en su dilatada y exitosa trayectoria como entrenador. Tienen también mucho arraigo en Estudiantes de La Plata, el club en el que es una leyenda. Y, claro, dejó su legado incluso en ese rubro.
Quedó probado en la previa del encuentro entre Sarmiento y Defensa y Justicia en Junín, por la Copa de la Liga Profesional. Allí, Israel Damonte, orgulloso hijo de la filosofía del Pincha, saludó a su colega Sebastián Beccacece, orientador del Halcón, y precisamente cuando el plantel visitante salía por el túnel al campo de juego... Se cruzó calmadamente por delante.
La imagen fue captada por la transmisión oficial, y para cualquier desprevenido no parece algo extraño. Sin embargo, se trata de una cábala histórica del Narigón, muy utilizada, por ejemplo, en su última etapa al frente de Estudiantes, allá por 2004.
Bilardo buscaba el efecto “gato negro”. Siempre pisaba el césped antes que el rival, y en el momento en el que los jugadores adversarios asomaban por el túnel, él tenía que cruzarse por delante de ellos. Planificaba los movimientos y los demás equipos, en principio, lo tomaban como una característica folclórica del personaje. Hasta que a muchos dejó de causarles gracia. Y Nueva Chicago, por caso, armó un operativo para evitarlo. Ante la barrera montada por empleados y allegados del club, el Doctor se desesperó, pero logró colarse en medio de la fila para, al menos, cumplir parcialmente con el rito ante parte de la alineación del Torito.
Damonte, de 40 años, era de la misma categoría que, entre otros jugadores, Mariano Pavone y Pablo Lugüercio, con los que estuvo bajo la órbita de Bilardo. Y muchas cábalas, claro, fueron incorporadas con la misma fuerza que los conceptos.
“Cuando Carlos vuelve le ganamos la primera fecha a Talleres en la cancha de Gimnasia 2-0. Ese día me concentra y me deja afuera del banco, quedo como el jugador 17, en ese momento iban 5 de suplentes. Al otro partido quedé como 17, al siguiente otra vez, y otra, otra. Y así fueron 11 fechas. En un momento le fui a hablar: ‘Carlos, se lesiona el titular, el del banco entra y en lugar de pasar yo al banco va un chico de inferiores’. Me dijo: ‘Damonte, vos sos importante: sos el 17 del equipo’”, contó en una entrevista en 2020.
El ex mediocampista central aceptó ser muy adepto a las cábalas, y esta ya había quedado en evidencia en fechas anteriores del certamen doméstico. Pero, esta vez, las cámaras tomaron la “costumbre” completa, para que quedara documentada para la posteridad.
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