Mientras el avance de las tropas rusas en Ucrania no se detiene, el mundo del deporte atiende a este conflicto de forma activa. Los organizadores de Wimbledon, uno de los torneos más importantes del circuito profesional, han decidido excluir a los jugadores rusos y bielorrusos pese a que hasta ahora habían podido continuar participando en las competiciones ATP y WTA con bandera neutra.
“En las circunstancias de tal agresión militar injustificada y sin precedentes, sería inaceptable que el régimen ruso obtuviera algún beneficio de la participación de jugadores rusos o bielorrusos en The Championships. Por lo tanto, es nuestra intención, con profundo pesar, rechazar las entradas de jugadores rusos y bielorrusos a The Championships 2022 (...) Si las circunstancias cambian materialmente entre ahora y junio, lo consideraremos y responderemos en consecuencia”, comunicaron en el sitio web del torneo.
La información fue difundida primeramente por el diario británico The Times y desde el New York Times habían aportado que la prohibición, que convertiría al Grand Slam británico en el primer evento de tenis en restringir la competencia de atletas individuales rusos y bielorrusos, había sido confirmada por un funcionario de tenis internacional de alto rango que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar en nombre de la All England Club, que organiza y alberga el torneo.
Esta medida podría extenderse a los otros tres torneos del Grand Slam que quedan por disputar en 2022, aunque la Federación Internacional (ITF) haya prohibido a los equipos de los dos países participar en la Copa Davis y en la Copa Billie Jean King (antigua Fed Cup), competencias ganadas por los equipos rusos en 2021.
Se trata de una decisión que golpeará a varios jugadores de alto rango, principalmente al ruso Daniil Medvedev, actual campeón del US Open y número dos del mundo. Además, hay otros tres compatriotas suyos entre los 30 primeros en el ATP Tour y Rusia posee a cinco mujeres en el Top 40 del ranking WTA Tour, encabezadas por Anastasia Pavlyuchenkova (15°). En tanto, la bielorrusa Aryna Sabalenka ocupa el puesto número 4 y fue semifinalista de Wimbledon el año pasado. Su compatriota Victoria Azarenka, ex número uno, se ubica en este momento en el puesto número 18.
La respuesta desde el Kremlin no se hizo esperar. En Rusia consideraron que sería “inaceptable” prohibir a los tenistas rusos que participen de Wimbledon. “Una vez más, convierten a los deportistas en rehenes de prejuicios políticos, de intrigas políticas (...) Es inaceptable. Teniendo en cuenta que Rusia es un país muy fuerte en tenis y que nuestros deportistas figuran en lo alto de las clasificaciones mundiales, su exclusión tendrá un impacto en la propia competición”, dijo el portavoz Dmitri Peskov.
Algunas fuentes indicaron a The Times que tras dos meses de conversaciones, los organizadores de Wimbledon han preferido directamente prohibir la participación de jugadores rusos y bielorrusos antes que adherirse a una solución de compromiso propuesta por el gobierno británico. La otra opción era los atletas de esas nacionalidades firmen una declaración de que no harían comentarios favorables al presidente ruso Vladimir Putin, aunque estimaron que eso podría tener un impacto negativo sobre las familias de los jugadores.
Es probable que esta medida de exclusión también se aplique a todos los torneos británicos sobre hierba de este año. La Lawn Tennis Association (LTA), que supervisa los principales torneos de preparación de Wimbledon, como Queen’s o Eastbourne, declaró que seguiría el ejemplo del Grand Slam que se disputará en el césped londinense del 27 de junio al 10 de julio. “Es necesario un alineamiento [entre el All England Club y la LTA], para que sea claro y comprendido. Es de una importancia capital”, declaró Scott Lloyd, director general de la LTA.
Gran parte de los jugadores rusos y bielorrusos han sido discretos en su condena del conflicto, aunque hubo algunas excepciones. El ruso Andrey Rublev, octavo de la clasificación ATP, dijo “no a la guerra por favor” en una cámara de televisión durante una competición en Dubai, poco después del inicio de la invasión.
“Quiero paz en todo el mundo”, aseveró Daniil Medvedev, que se recupera en la actualidad de una operación de hernia y es duda para Roland Garros. Por su parte, la bielorrusa Victoria Azarenka, ex número uno mundial, se mostró más franca: “Es desgarrador ver cómo personas inocentes se han visto afectadas y continúan viéndose afectadas por esta violencia”.
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