Los jugadores ucranianos del circuito no sólo tuvieron que lidiar con las consecuencias de la invasión a su país de origen, sino que también hicieron muchos esfuerzos para ayudar a su patria. La solidaridad del circuito tanto masculino como femenino, en general, fue notoria pero a través de una carta abierta, pidieron mano dura en los próximos eventos.
Elina Svitolina es una de las mejores jugadoras de Ucrania desde hace tiempo. Hace poco publicó un escrito apasionado indicando que las jugadoras de Rusia y Bielorrusia, que a menudo tienen más seguidores que algunos de los principales líderes del mundo, deberían hablar más sobre lo que está ocurriendo con la invasión. Además, instó a los órganos de gobierno a tomar medidas al respecto.
El mensaje fue compartido por otros jugadores ucranianos como Marta Kostyuk. El reclamo vía redes sociales se produjo después de que Wimbledon emitiera un comunicado prohibiendo a todos los jugadores rusos y bielorrusos a participar en el torneo, como señal de protesta contra la invasión de Rusia a Ucrania. En los primeros días del conflicto, Svitolina hizo una sincera promesa a su comunidad: que distribuiría sus ganancias para ayuda humanitaria y esfuerzos militares en Ucrania.
No sólo ella, sino que otros jugadores ucranianos del circuito también han tenido que pasar por mucho, debido a la situación en su país. Por ejemplo, Sergiy Stakhovsky y Alexandr Dolgopolov se alistaron en el ejército ucraniano y Dayana Yastremska, que huyó del país con su hermana, también se comprometió a donar sus ganancias a esfuerzos humanitarios.
Este miércoles los tenistas ucranianos publicaron una carta abierta con Stakhovsky como principal protagonista. Dentro de la publicación le piden a las autoridades del circuito tanto ATP como WTA que tomen decisiones firmes y “que se excluya y prohíba a los atletas rusos y bielorrusos competir en cualquier evento internacional”. Y cerró con una contundente frase: “Llega un momento en que el silencio es una traición, y ese momento es ahora”.
LA CARTA COMPLETA DE LOS TENISTAS UCRANIANOS
Querida comunidad del tenis.
Ginetta Sagan dijo una vez: “El silencio ante la injusticia es complicidad con el opresor”. Esto no podría ser más cierto en este momento.
El 24 de febrero de 2022, Rusia, con el apoyo de Bielorrusia, atacó a Ucrania. Ahora hay una guerra en nuestro país, en nuestra casa. Todos los ucranianos se ven obligados a abandonar sus hogares y a luchar por sus vidas. Desde hace más de 50 días, las fuerzas rusas bombardean nuestras ciudades y matan a civiles, además de utilizar el territorio de Bielorrusia para bombardear Ucrania desde el oeste y el norte. Millones de personas se han quedado sin hogar, millones de niños saben ahora cómo son las explosiones, el miedo y la muerte. Todo esto está ocurriendo ahora mismo en el centro de Europa.
Como deportistas vivimos una vida a la vista del público y, por tanto, tenemos una enorme responsabilidad. Algunas de nuestras publicaciones y opiniones en las redes sociales llegan a una audiencia mayor que la de las televisiones regionales. En tiempos de crisis, el silencio significa estar de acuerdo con lo que ocurre. Nos dimos cuenta de que algunos actores rusos y bielorrusos mencionaron vagamente la guerra en algún momento, pero nunca afirmaron claramente que Rusia y Bielorrusia la iniciaron en el territorio de Ucrania. El propio silencio de los que eligen permanecer así en este momento es insoportable, ya que conduce a la continuación de los asesinatos en nuestra patria.
Exigimos que la WTA, la ATP y la ITF se aseguren de que los jugadores que representan a Rusia y Bielorrusia respondan a las siguientes preguntas
1. ¿Apoya usted la invasión de Rusia y Bielorrusia en el territorio de Ucrania y como resultado de ello la guerra iniciada por esos países?
2. ¿Apoya las actividades militares de Rusia y Bielorrusia en Ucrania?
3. ¿Apoya usted el régimen de Putin y de Lukashenko?
En su caso, exigimos que se excluya y prohíba a los atletas rusos y bielorrusos competir en cualquier evento internacional, como ya ha hecho Wimbledon. Llega un momento en que el silencio es una traición, y ese momento es ahora.
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