El torneo Sub 17 de Montaigu (Francia) mostró a varias de las figuras del futuro en el mundo del fútbol. Brasil y Argentina llegaron a la final y disputaron un intenso encuentro, sobre todo en el primer tiempo, cuando brotaron los goles. La Verdeamarela se impuso por 2 a 1 gracias a las conquistas de Endrick y Luiz Guilherme. Agustín Ruberto, delantero de River Plate había anotado el 1-1 parcial con una definición similar a una chilena.
Pero el epílogo manchó todo lo bueno que habían ofrecido a lo largo del certamen. Es que gran parte de los dos planteles se trenzaron en una batalla campal, que se inició con la provocación de algunos de los jóvenes brasileños apenas escucharon el silbatazo final.
Un video que se difundió después del partido muestra que algunos de los integrantes del Scratch Sub 17 estaban más interesados por burlarse de sus adversarios que por enfocarse en su celebración. A uno, incluso, se lo ve haciendo un gesto como indicando que los argentinos tuvieron temor, juntando los pulgares de la mano.
Pero más allá de esta nueva prueba, en la transmisión oficial quedó claro cómo se inició la gresca. Mientras algunos de las promesas albicelestes cayeron en la desazón (incluso uno de ellos se desplomó en el césped por la desilusión), algunos de los brasileños provocaron cara a cara a sus rivales. Un par les gritaron o festejaron en el rostro. Otros, se advierte que les dijeron algo a la pasada. Uno de los más exaltados fue Joao Pedro. Así, hasta que la pólvora prendió.
El primero que se enganchó fue Gianluca Prestianni, una de las figuras del seleccionado argentino, gambeteador nato, futbolista que pertenece a Vélez Sarsfield. El N° 11 se tomó revancha de uno de sus rivales y a partir de allí las dos delegaciones el tumulto se hizo irrefrenable. Los entrenadores y auxiliares buscaron separar, lo mismo que varios de los chicos, como el capitán albiceleste, Camilo Rey Domenech. Lo lograron luego de unos minutos, más allá de que continuaron los focos de pelea desperdigados.
Ya en el festejo en racimo, los brasileños siguieron apuntando a los argentinos. Según la filosofía de Pablo Aimar (uno de los técnicos de la Albiceleste, que no viajó) y Diego Placente, el Fair Play es una bandera, tal como lo aprendieron bajo la tutela de José Pekerman. Seguramente, ese mensaje bajarán para continuar formando a los chicos, que dejaron señales positivas desde lo futbolístico, pensando en el Sudamericano y el Mundial Sub 17 que se llevarán a cabo en 2023.
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