El Manchester City eliminó al Atlético Madrid y avanzó a las semifinales de la Champions League. Sin embargo, esta vez en el desarrollo ambos equipos cambiaron los roles. En la ida, en Inglaterra, los Ciudadanos de Pep Guardiola habían asumido el protagonismo y se impusieron por 1 a 0 ante un Aleti de Simeone que resistió. Pero en el Wanda Metropolitano, sobre todo en el complemento, fue el elenco español el que metió a su adversario en el área, sobre todo por actitud y mentalidad. El 0-0 le dio el pasaje a la visita, pero le inyectó polémica a las declaraciones posteriores a un partido que ya en los 90 minutos exhibió temperatura altísima, y que hasta tuvo un altercado entre los planteles en el túnel camino a los vestuarios.
En ese contexto, Diego Simeone brindó una conferencia de prensa en la que abundó la ironía. El orientador argentino, antagonista de Pep, terminó el cotejo aplaudiendo la postura de sus jugadores al unísono con el público. Y explicó su gesto, con tono zumbón.
“En ningún momento aplaudí al banquillo rival, aplaudí a nuestra gente, a la gente de un costado, del otro costado. Me parecía justo aplaudir algo que se veía, que se notaba muy fuertemente, que los futbolistas le estaban dando a la gente todo lo que quería, más allá de que no le pudimos dar el pase”, argumentó.
Uno de los ítems que le había endilgado la crítica al Aleti en Manchester había sido su poca disposición a jugar. Esta vez, fue el City el elenco que dejó correr el cronómetro. Ante dicho tópico, otra vez apeló el Cholo a la ironía. “¿Cuáles pérdidas de tiempo? Nada que opinar, siempre hay un árbitro para manejar las reglas. Felicitar al rival, que hizo un grandísimo partido y jugó el fútbol al que nos tiene acostumbrados siempre”, golpeó.
El puñal más filoso lo arrojó cuando le consultaron si se había sentido maltratado por Guardiola. O si le había faltado el respeto. “No tengo por qué opinar o creer que uno hable mal o bien... Muchas veces aquellos que tienen un gran léxico son muy inteligentes y logran alabarte en el desprecio, pero bueno, no somos tan tontos los que quizá tenemos un poco menos de léxico”, remató, concluyente.
“No me ha gustado defenderme así, pero no teníamos otra. El Atleti estuvo brillantísimo y no tuvimos nada más que hacer. Nosotros hemos estado mal y ellos han estado muy bien. Acá en el Wanda, como yo lo viví como jugador en el Calderón, con el apoyo de la gente, el Atleti se vuelve un equipo imparable”, explicó Guardiola la poco usual postura que asumió su escuadra, que le dio pie a la guerra de ironías que planteó Simeone.
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