La crónica dirá que Scottie Scheffler se quedó con la edición 86 del Masters anotando 71 golpes el día final al vencer por tres a Rory McIlroy. Lo que la crónica no dirá es que este joven de 25 años navegó por los fairways de Augusta National Golf Club como si fuera un veterano.
El ganador salió el domingo con tres de ventaja sobre el australiano Smith y luego de dos capítulos la diferencia se había reducido a solo uno. Fue en el 3 cuando llegó la primera señal que el día le pertenecería a Scheffler. Falló sus dos primeros golpes en ese par 4, pero jugó un tercer tiro magistral embocando desde afuera del Green. Un error de su rival en el siguiente le volvió a dar los tres golpes de ventaja con los que había comenzado. Adelante pasaba poco y solo el irlandés Rory McIlroy anotaba 32 en los primeros 9 hoyos, pero había comenzado el día a 10 golpes y todavía estaba lejos. Scheffler completo los primeros 9 hoyos en dos bajo par, pero para ese entonces McIlroy se había colocado a 5 golpes.
La tradición dice que el Masters comienza de verdad el domingo en el tee del 10 y los primeros tres capítulos del regreso son donde muchos Masters se han perdido. En ese hoyo 10 el líder cometió el primer error del día y cuando falló el green del 11 se encendieron las alarmas. Smith lograba birdie allí y Scheffler embocó un difícil putt para salvar el par. El 12 marcó el final para Smith que dejó su golpe de salida en el agua, mientras que Scheffler volvió a embocar para salvarse. Parecía cosa juzgada porque adelante McIlroy no conseguía birdies, pero el irlandés embocó un golpe magistral desde la arena en el 18 y firmó una tarjeta de 64 golpes, la más baja para un domingo en la historia del campeonato, para terminar con un total de 281 golpes.
En ese momento Scheffler estaba en el 14 y tenía 3 de ventaja sobre McIlroy. La presión estaba en su máximo punto, pero Scheffler está pasando por un momento soñado. Logró birdies en ese hoyo y en el siguiente para asegurar el Masters. Llegó con 5 de ventaja al hoyo final y cuando puso la pelota en el green con su segundo golpe se relajó y empezó a disfrutar la victoria. Tanto se relajó que necesito 4 putts para poder embocarla.
Allí llegó el momento del festejo con su mujer, su familia, coach y todos los que lo habían acompañado durante la semana. Los que no están familiarizados con el golf podrían pensar que siendo el N1 del ranking mundial lo lógico es que gane, pero en este deporte los rankings a veces importan poco. La historia cuenta que desde que apareció el primer ranking mundial en 1986 solo 4 jugadores habían llegado a Augusta al tope del ranking y había conseguido ganar el Masters.
El domingo Scottie Scheffler entró al exclusivo club de ganadores y sabe que tendrá un lugar asegurado en el Masters de por vida. Más allá de los 2,7 millones de dólares que recibió de premio.
El sueño que comenzó cuando ganó su primer torneo hace dos meses continúa.