Transcurrieron tan solo dos fechas del Mundial para que se desatara la primera polémica dentro de la Fórmula 1. En esta oportunidad, los protagonistas son las escuderías de Alpine y McLaren, quienes decidieron elevar una queja formal ante la FIA con el objetivo de investigar las relaciones que existen entre Ferrari y Haas.
Este episodio se dio después del final de la primera carrera de la temporada disputada en el circuito internacional de Bahrein, en donde el equipo estadounidense, con Kevin Magnussen a la cabeza, terminó quinto con 10 puntos en la tabla general.
El hecho de que el danés acabara en la zona alta de la clasificación, llevó a los directores de los otros dos teams en cuestión a sospechar de que la relación entre su rival y los de Maranello no sea solo la de compartir motores.
Tras ver ese resultado, se tildó al monoplaza de Haas VF-22 de ser un “Ferrari blanco”, un término utilizado para argumentar que el motor no sería solamente lo que la escudería italiana le suministró a la norteamericana.
“En primer lugar, quiero dejar claro que estamos muy centrados en nuestro propio coche, así que no puedo hablar específicamente de Haas y Ferrari. Pero no es ningún secreto que, en general, estas relaciones que existen dentro del reglamento, tal y como están establecidas, nos preocupan. Nuestro punto de vista es que en el futuro hay que conseguir que la F1 sea un campeonato entre 10, 11 ó 12 fabricantes reales”, consideró Andreas Seidl, jefe de McLaren, en declaraciones a Formula1news.
“Desde nuestro punto de vista, la F1 debería ser un campeonato con equipos que únicamente pueden compartir la unidad de potencia y la caja de cambios. El resto hay que hacerlo”, continuó el directivo. Y agregó: “Sabemos que en el momento en que se va más allá, hay claramente un cambio o una transferencia de propiedad intelectual, que modifica directamente el rendimiento del coche. Y eso no es lo que debe ser la F1″.
“De ahí que estemos dialogando con la FIA y espero que en algún momento demos un paso adelante. Porque entender que el control, o mejor dicho, el establecimiento de un límite, es también una tarea. Por eso la forma más fácil y efectiva de avanzar es tener un límite claro de lo que se puede compartir”, sentenció.
Sobre esa primera performance, en la que Haas ha obtenido el triple de puntos que en las dos últimas temporadas juntas, Otmar Szafnauer, de Alpine, también se manifestó en F1 TV: “La preocupación es que los que comparten túneles de viento puedan tomar un café juntos”.
Al escuchar las críticas, el director de Haas, Guenther Steiner, no tardó en salir al cruce: “Las acusaciones siempre han existido y siempre existirán. Si somos buenos llaman a nuestro coche ‘Ferrari blanco’. Si somos malos, entonces no dicen nada. Si trabajas duro te ganas la envidia, mientras que la lástima es gratis. Así que si los demás estén verdes de envidia, eso significa que hicimos un muy buen trabajo”, sentenció.
Lo cierto es que después de los dos Grandes Premios transcurridos hasta el momento, la escudería Haas se posiciona en el quinto escalón de la clasificación de constructores, sólo por detrás de los tres grandes (Ferrari, Mercedes y Red Bull) y Alpine. Después de algunos tropezones en los años anteriores, Ferrari fue uno de los grandes beneficiados por el cambio de reglamento planteado en la F1 para el 2022 y Haas también elevó considerablemente su nivel apoyándose en los motores de los de Maranello.
Esto trae al recuerdo lo sucedido hace dos temporadas atrás con los Racing Point, escudería que hoy en día mutó su nombre a Aston Martin. Por entonces, la escuadra compartía motores con Mercedes –los líderes indiscutibles de la divisional en los últimos años– y al ver el buen nivel del equipo varios equipos los tildaron de “Mercedes rosa” por su color. Por entonces, la FIA determinó una sanción para el equipo propiedad de Lawrence Stroll.
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