El Manchester City dio un pequeño paso hacia las semifinales de la Champions League al imponerse 1-0 al Atlético de Madrid este martes en la ida de cuartos de final del torneo continental. El encuentro fue un choque de estilos entre dos entrenadores que se respetan mucho, tal y como quedó plasmado con las declaraciones en la previa. En el terreno de juego, la diferencia fue mucho más abultada que en el resultado.
La peor noticia para Pep Guardiola y la mejor para Diego Simeone, fue la misma: que el marcador terminó apenas 1 a 0, una diferencia que no es difícil de revertir en lo que será la revancha del 13 de abril en el Wanda Metropolitano. Pero, para ganar ese duelo, el técnico argentino deberá tomar nota de lo que hizo su equipo hoy en Manchester.
Es que noventa minutos, el Aleti no pudo siquiera patear al arco. El conjunto Colcohonero contó con algunas aproximaciones de contragolpe, pero ninguna acabó con un disparo, ni desviado ni a puerta ni bloqueado por un adversario. Sin duda, una estadística alarmante para uno de los mejores equipos de Europa. Por su parte, el elenco local probó al arco en 15 oportunidades, aunque solo seis tenían destino de gol. Solamente una terminó adentro del arco defendido por Jan Oblak -una de las figuras del partido- y fue justamente la del gol de Kevin De Bruyne.
Pese a la diferencia, el número de remates al arco también puede significar un dolor de cabeza para Guardiola, ya que su equipo dio 695 pases en todo el partido, casi 400 más que su oponente, y pese a merodear constantemente el área rival, le costó generar ocasiones claras. Lo increíble es que 519 de esos toques fueron en el campo del Atlético de Madrid, según los datos aportados por la compañía de estadísticas Opta.
En cuanto a posesión, la diferencia entre ambos conjuntos también es abismal, 70,5% para el City y apenas 29,5% para el último campeón de España. Esto ha conformado un mapa de calor singular para dos equipos que luchan por ser campeones de Europa. Es que en la primera mitad el Atlético tuvo la pelota dentro de su propia área más tiempo que en cualquier otra zona del campo.
“Ha sido un partido muy disputado, muy difícil porque son unos maestros defendiendo todos juntos atrás”, reconoció Guardiola a la plataforma Movistar+ tras el pitazo final. “No hay espacio, aparte de que son muy competitivos, muy buenos defendiendo, no hay espacios”, sostuvo para explicar lo difícil que es patearle a Oblak.
Simeone tampoco pudo aprovechar una de sus principales armas de ataque: la pelota parada. Su equipo no tuvo siquiera un tiro de esquina a favor y el cuadro de Manchester cometió apenas ocho infracciones, ninguna cerca del área de Ederson, algo que estuvo bien trabajado por el elenco inglés.
Esa cierto que el Cholo planeaba tener el balón menos que el Manchester City y probablemente se imaginaba que contaría con menos ocasiones de gol, pero difícilmente en su cabeza haya estado la idea de no patear al arco en todo el partido y encima caer derrotado. Por suerte para él habrá revancha en el Wanda Metropolitano el miércoles 13 de abril cuando deberá ganar por la diferencia mínima para estirar la definición al alargue o conseguir una ventaja mayor para sellar su boleto a semifinales.
Estadísticas generales del partido
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