Hace casi 30 años, el mundo del fútbol esperaba ansioso por una nueva edición de la Copa del Mundo masculina. Y al igual que sucederá en noviembre con el Mundial en Qatar, el interrogante estaba planteado en el ambiente con lo que iba a suceder en Estados Unidos. Marcado en el mapa como la tierra de la NFL, el béisbol y la NBA, que sufría tras el primer retiro de Michael Jordan, la pregunta repetida era cómo sería la organización en un país con casi nula tradición en la disciplina.
El tiempo se encargó de mostrar que USA 1994 dejó fastuosos estadios, kilométricos viajes entre las sedes y el calor de un público que disfrutó del máximo certamen de fútbol como un espectáculo deportivo nunca visto. Pero, más allá de lo que dejó el torneo, y de aquella definición por penales que le dio el título a Brasil luego de igualar sin goles ante Italia en la final, lo que merece ser recordado como un especial en las viejas cintas de VHS es lo que fue el sorteo de la fase de grupos.
Sí dijimos que el acto previo al Mundial de España 82 fue bochornoso, lo que sucedió en el Caesars Palace de Las Vegas rozó lo tragicómico. El 19 de diciembre del 93, a pocos días de los festejos por la Navidad y el Fin de Año, la Ciudad del Pecado se visitó de gala (nunca mejor dicho) para recibir a estrellas de todo tipo. Bajo la conducción de Josep Blatter, el por entonces secretario general de la FIFA, íconos del fútbol, sumados a figuras del cine y la canción se subieron a un escenario que tuvo a un actor como el Man of the Match de la jornada.
Con el histórico animador de la TV estadounidense Dick Clark y la actriz Faye Dunaway como presentadores, leyendas de la música como James Brown, Rod Stewart y Stevie Wonder fueron parte del show. Otros protagonistas fueron la modelo Carol Alt y el actor Beau Bridges, que se mezclaron con nombres de grandiosos jugadores como el francés Michel Platini, el camerunés Roger Milla o el neerlandés Marco Van Basten.
Varios de ellos se posicionaron entre los bombos que determinaron las ubicaciones de los seleccionados en los grupos. Otros, como el entrenador campeón del mundo con Alemania en Italia 90, Franz Beckenbauer, se animaron a sacar las bolillas de una cubeta que definió los elegidos del bombo 3. Una figura similar ocupó el boxeador campeón de los pesos pesados Evander Holyfield, que varios años más tarde perdería una parte de su oreja después del mordisco de Mike Tyson en ese mismo recinto.
Pero como si fuera una película taquillera de Hollywood, la FIFA y el Comité Organizador a cargo del director ejecutivo Alan Rothenberg definieron que el actor elegido para sacar las últimas bolillas de la velada fuera ni más ni menos que Miss Doubtfire. También conocido por ponerle la voz a Aladín en la película animada de Disney, entre otros grandes papeles que lo llevaron al estrellato. Pasada la media hora del show, el que se robó el espectáculo fue Robin Williams. El comediante entró en escena y revolucionó al público presente en el sorteo de la Copa del Mundo. Y también sacó de sus cabales al propio Blatter.
“Mr Bladder, es un placer conocerlo después de sentirlo durante tantos años. Es lindo tenerlo”, fue lo primero que le dijo el actor al encargado del sorteo en tono de burla. Claro, en lugar de llamar al encargado del sorteo por su nombre lo cambió por la referencia de un órgano del cuerpo humano: le dijo “Bladder”, que en inglés significa vejiga.
“Usted está completo, imagino”, retiró antes de mirar la pantalla gigante donde estaban mostrándose los grupos del sorteo y repetir: “El juego de keno más grande del mundo”, en relación a su parecido con el bingo o la lotería que se desempeñan en los casinos. Segundos más tarde, el actor que supo protagonizar grandes películas de la época como Buenos días, Vietnam; La sociedad de los poetas muertos y Hook, se calzó un guante blanco en su mano derecha para garantizar la “limpieza” de en su elección de las bolas.
“Estamos al final del sorteo pero es muy importante y estamos muy contentos de tenerte, Robin, o tengo que decir ‘Miss Doubtfire’”, le dijo Blatter al actor haciéndose eco del rol protagónico en el que Williams se destacó en la película en la que se vestía como una mujer mayor para entrar a la casa de su ex esposa y poder visitar a sus hijos. “Oh, gracias Mr Bladder”, retrucó Robin, en una jugada que decretó la risa generalizada en el auditorio. Antes de la despedida, tomó la última bolilla de su copón, destinada para Suiza, se inclinó y le hizo una reverencia al conductor de un espectáculo que fue más un paso de comedia que un evento relacionado a un acontecimiento deportivo.
Una vez que se despidió el actor, con él también se fueron los aplausos que se luego se repitieron cuando Blatter mostró las zonas finales del Mundial en EEUU. En el Grupo A quedaron los anfitriones junto a Suiza, Colombia y Rumania. Para la zona B fueron elegidos Brasil, Rusia, Camerún y Suecia, mientras que el Grupo C lo encabezó el campeón del mundo Alemania seguido de Bolivia, España y Corea del Sur. En el D, los protagonistas fueron Argentina, Grecia, Nigeria y Bulgaria. La zona E estuvo destinada para Italia, Irlanda, Noruega y México, mientras que el Grupo F cerró con Bélgica, Marruecos, Países Bajos y Arabia Saudita.
Más allá del espectáculo que fue tener a uno de los mejores actores del momento, y de lo que determinó el sorteo, la previa de la Copa del Mundo en USA tuvo otros condimentos. Uno de ellos estuvo relacionado con la sede del evento. Sí, fue en Las Vegas, pero varios habían propuesto otras grandes ciudades para albergar la conformación de la fase de grupos.
“La FIFA estaba preocupada por el progreso de la organización del torneo”, dijo Rothenberg hace tiempo atrás en una entrevista. “Por difícil que parezca creerlo ahora, Estados Unidos estaba luchando para demostrar su legitimidad en cuanto al fútbol, y yo estaba desesperado por asegurarme de que el sorteo fuera un gran éxito. Sabíamos que teníamos que organizar la mejor Copa del Mundo de la historia”.
“Consideramos Nueva York, Los Ángeles e incluso Hawái, pero Guido Tognoni (miembro de la organización) amaba Las Vegas y sembró la idea en la mente de la FIFA... Y nos instaron a mantenerla allí”, recordó Rothenberg, que al mismo tiempo estableció que hacerlo en dicha ciudad fue clave para aumentar la conciencia pública sobre el torneo y crear una energía que finalmente impulsó el nacimiento de la MLS. “Las Vegas encajó porque está asociado con la ostentación”, agregó el directivo.
Las crónicas de la época marcaron, además de lo que se vivió en la presentación de la Copa del Mundo, que hubo un protagonista estelar que no fue de la partida y su ausencia generó asombro en el ambiente del fútbol. En primer lugar, porque hasta ese momento era considerado junto a Diego Maradona como el mejor jugador de todos los tiempos. Y en segundo lugar, por su estrecha relación con la FIFA y su pasado como jugador en la vieja liga de fútbol estadounidense.
Pelé no pisó el escenario del sorteo en el exclusivo hotel y casino y fue noticia en el mundo entero. ¿Qué sucedió? Un enfrentamiento entre O Rei y el por entonces presidente de la FIFA y también de origen brasileño, Joao Havelange, le privó a la audiencia de tener a un personaje central en la historia del fútbol.
“La idea de celebrar un sorteo en este país o en cualquier otro país del mundo sin la participación de Pelé es inconcebible”, declaró Rothenberg el día previo a la ceremonia. Según las crónicas de la época, el enfrentamiento se puso en marcha cuando el astro y el grupo español Dorna le ofrecieron cinco millones de dólares a la confederación brasileña por los derechos de televisión del campeonato Brasileirao de 1993. Una vez que la federación le otorgó los derechos a las cadenas Globo y Bandeirantes por menos dinero (unos USD 4 millones), la ex figura del Santos afirmó que la razón fue que su grupo inversor se había rehusado a pagarle un soborno de un millón de dólares a Ricardo Teixeira, presidente de la CBF y yerno de Havelange.
“La FIFA es una institución y el sorteo le pertenece. La FIFA escoge las personas que son invitadas para participar, y no tiene la obligación de invitar a A, B o C”, reveló el mandamás de la FIFA en un breve contacto con los medios el día del sorteo. Más allá de la decisión por parte de la entidad que dirige los destinos del fútbol de no mostrar a Pelé, también se eligió que Havelange no aparezca en la presentación de la fase de grupos.
Pero, pese al conflicto, O Rei estuvo presente en el Caesars Palace. “Se nos prohibió usar a Pelé en el sorteo. De alguna manera le conseguí una credencial en un lugar destacado en la audiencia, lo que no me ganó el cariño de Havelange, pero necesitaba a Pelé. Era el único nombre que el público estadounidense reconocía en el sorteo”, dijo Rothenberg sobre el hombre que hizo historia en el fútbol de los Estados Unidos con la camiseta del Cosmos.
Cada sorteo mundialista tiene su encanto. El de USA 94 será recordado como el día en el que una estrella del cine dejó en ridículo a uno de los magnates como si fuera parte de una de las mejores series de comedia de la TV. Pero también cómo el mundo perdió a una figura mundial del fútbol por los conflictos internos que más tarde explotaron en Brasil y otras parte del planeta como uno de los escándalos más grandes en la historia del deporte.
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