La futbolista brasileña Giovana Queiroz denunció que sufrió “abuso y violencia psicológica” en el Barcelona, y lo hizo a través de una carta abierta dirigida al presidente Joan Laporta, que publicó en su cuenta de Twitter. La jugadora llegó al club en 2020, con 17 años, y permaneció hasta 2021, a pesar de que su contrato finalizaba en 2023. “Hoy me siento capaz de denunciar las conductas abusivas que sufrí dentro del fútbol femenino del Barcelona”, prologó su misiva la actual integrante del plantel del Levante.
Queiroz señaló la primera citación que recibió de la selección brasileña como punta de partida de los conflictos. “Primero recibí indicaciones de que jugar en la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro”, acusó. “En febrero de 2021 fui sometida a un confinamiento ilegal por parte de la jefe de los servicios médicos del club”, señaló. Según su versión, desde Cataluña alegaron que era contacto estrecho, aunque ella se asesoró con las autoridades y le indicaron que no era así.
“Al final me encerraron ilegalmente y no pude salir de mi casa. No podía entrenar ni tener una rutina normal. Estaba devastada”, narró en su carta. Luego, planteó que, con autorización de FIFA, viajó a sumarse a su selección. Pero al regreso “fui acusada de cometer una grave indisciplina yque, por ello, sería apartada del equipo y sufriría graves consecuencias. Quedé en shock”.
“A partir de ese momento mi vida cambió para siempre”, continuó. “Estuve completamente expuesta a situaciones humillantes y vergonzosas. Estaba claro que él (en relación al director del club”, buscaba destruir mi reputación, minar mi autoestima, degradar mis condiciones laborales, menospreciar e infravalorar mis condiciones psicológicas”, subrayó.
“Con el paso del tiempo, el abuso y la violencia psicológica se hicieron más intensos y destructivos”, añadió. La futbolista terminó rompiendo el contrato y mudándose al Levante. “Espero que el FC Barcelona cumpla con su papel institucional y actúe demanera consecuente y transparente, investigando y denunciando los posibles delitos a las autoridades pertinentes. También deseo que el club, a través de su presidente, se comprometa a implementar medidas efectivas para combatir el problema evidente y bien documentado del abuso moral, el acoso laboral, y la violencia psicológica contra las mujeres”, demandó.
El Barcelona le respondió. Markel Zubizarreta, director deportivo, habló con Cadena Ser y dio su versión de los hechos. “El caso de la Gio pasó hace un año y medio. Obviamente todo este tipo de acoso, conductas machistas o humillaciones no tienen cabida en el Barça femenino y en el Barça como institución. Lo que pasó no creemos que esté relacionado con estos adjetivos. Gio fue una de las personas afectadas por un brote de COVID-19 que salió en La Masía, que provocó que se suspendiera un partido del Barça B. Provocó que varias jugadoras no pudieran ir con sus selecciones, alguna con la Sub-19 española o como en el caso de Gio con Brasil. Ella tomó la decisión de saltarse el confinamiento para ir con la selección brasileña a jugar en Estados Unidos. Cuando volvió le comunicamos que pasaría a formar parte del femenino B como una jugadora más. Se consideró que era una falta grave dentro del código interno del equipo y se la bajó al filial”, rechazó la denuncia.
EL COMUNICADO DE QUEIROZ
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