Durante el último Gran Premio de Arabia Saudita los corazones de todos los espectadores se frenaron en el momento que Mick Schumacher sufrió un accidente durante las clasificatorias. El auto del Haas se desestabilizó sobre uno de los pianos de la curva 12 del circuito de Jeddah y el piloto alemán perdió totalmente el control del vehículo provocando prácticamente una destrucción total. Afortunadamente el hijo del siete veces campeón de la Fórmula 1 no sufrió consecuencias físicas y todo quedó en un enorme susto.
De lo que sí deberá ocuparse la escudería estadounidense es en reparar el monoplaza de cara a la siguiente carrera, ya que el choque rompió buena parte de los componentes del vehículo. Gunther Steiner, jefe del equipo, afirmó que solo el chasis y el motor no quedaron fuera de servicio. La suma que deberán desembolsar para arreglarlo oscilaría entre los 500 mil y el millón de dólares. “Por supuesto que necesitamos una revisión adecuada del chasis, pero no se ve tan mal para ser honesto. El motor también. Escuché de Ferrari que se ve bien. La batería también. Pero todo lo demás está roto”, reveló.
Y agregó al respecto del presupuesto que tendrán que destinar a las reparaciones: “Creo que el costo será bastante alto porque la suspensión se ha ido, a excepción de la parte delantera izquierda. Creo que todavía queda algo allí. El resto es solo polvo de carbón. No tengo un presupuesto, pero entre toda la caja de cambios, la carrocería, los radiadores, diría de 500 mil a un millón de dólares”, dijo ante el medio especializado The Race.
La preocupación de Haas es que la pérdida consume una parte importante del presupuesto del equipo, lo que ahora es motivo de atención debido a la limitación del techo de gasto de la categoría. “Obviamente tienes una contingencia ahí. Pero si tienes dos o tres problemas así, rápidamente ya no está tu contingencia. Es una pérdida. Sólo tienes que administrar. Obviamente esperamos no tener muchos más”, cerró Steiner con la esperanza de no tener más recaídas económicas en el corto plazo.
El impacto de Mick había sido tan violento que todos los componentes de comunicación habían dejado de funcionar inmediatamente y despertaron gran preocupación: “No hablamos con él por radio porque con el golpe todo lo digital se rompió. No sabíamos nada, pero luego recibimos el mensaje de que estaba consciente, que era lo más importante. Y después, cuando salió del coche, nos dijeron que no tenía lesiones externas. Se fue contra el piano y luego perdió el coche. Vas muy rápido. Hemos perdido todos los datos en el impacto y no teníamos ningún tipo de contacto con él. Se cortó todo”, había dicho el propio Steiner el mismo sábado.
Vale recordar que el conductor de 22 años, que convive con su segunda temporada en la Fórmula 1, había logrado sortear la Q1 y estaba posicionado en el 9° lugar de la Q2 cuando restaban unos cinco minutos para el cierre de la fase. Mick perdió el control en la curva 12 y pegó contra el paredón. La imagen fue impactante: el vehículo perdió dos neumáticos y quedó destrozado en uno de sus costados, pero se partió definitivamente cuando una grúa lo levantó para retirarlo del circuito.
Si bien el día de la clasificación la transmisión oficial evitó mostrar la escena en primer plano, recién dieron una repetición del accidente a la hora cuando se confirmó que Schumacher ya estaba en buenas condiciones de salud. La cámara a bordo, que mostró las reacciones del corredor de Haas, recién se pudieron ver el domingo minutos antes del inició del GP de Arabia Saudita.
El hijo del siete veces campeón mundial de Fórmula 1 no corrió la carrera del domingo y ahora esperar tener su auto en condiciones de cara al Gran Premio de Australia que se celebrará el domingo 10 de abril y marcará la tercera fecha del calendario mundial.
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