La crónica deportiva del futbol mexicano ha forjado una larga historia desde el Siglo XX. En los últimos años, Enrique Bermúdez de la Serna se consolidó como una de las voces más recordadas por su estilo, tono de voz y haber puesto apodos versallescos a algunos jugadores que llegaron a jugar en México. Si bien no siempre fueron del agrado de la afición, los sobrenombres que implementó acompañaron la trayectoria de cada uno de los futbolistas aludidos, incluso más que sus nombres de nacimiento
Alfredo Tena El Capitán Furia
Uno de los primeros jugadores que recibió un sobrenombre del cronista deportivo fue el legendario defensa central de las Águilas del América, Alfredo Tena. Su gallardía, liderazgo, ferocidad en la cancha, así como su airado temperamento en los Clásicos Nacionales, fueron motivo suficiente para nombrarlo Capitán Furia. Incluso, de acuerdo con el propio Perro Bermúdez, el exjugador del América le llegó a dar las gracias por nombrarlo de esa forma.
Rafael Márquez El Kaiser de Michoacán
Uno de los jugadores mexicanos con mejor trayectoria en el ámbito mundial es el exdefensa central Rafael Márquez. Sus buenas cualidades, así como liderazgo lo convirtieron en el candidato ideal para jugar en equipos como el Mónaco y Barcelona. En ese sentido, gracias a su historial en Europa y su estilo parecido al de Franz Beckenbauer, Enrique Bermúdez lo bautizó con el mismo apodo que el alemán, pero aludiendo a su estado de origen.
José Saturnino Cardozo El Príncipe Guaraní
José Saturnino Cardozo es, de acuerdo con la opinión de muchos aficionados y expertos, el mejor jugador extranjero que se ha integrado al futbol mexicano. La presencia del originario de Paraguay en las canchas nacionales era inigualable, así como las grandes anotaciones que llegó a marcar. Por ello, Bermúdez le otorgó el mote de Príncipe, debido a su calidad de juego y Guaraní en honor a la etnia originaria más grande que habita en su país de origen. El alias incluso fue utilizado para titular la biografía del máximo goleador de los Diablos.
Jared Borgetti El Zorro del Desierto
El originario de Culiacán Sinaloa tuvo paso por diversos clubes de México. Sin embargo, las instituciones que más destacan en su historial son Atlas y Santos Laguna, donde es máximo anotador. En ese sentido, el Perro lo bautizó como Zorro debido a la mascota de la institución que lo vio debutar y del Desierto por el clima árido que impera en el estado de Coahuila, donde se erigió como figura.
Jorge Campos El Brody
Uno de los mejores porteros en la historia del futbol es Jorge Campos. En Acapulco, Guerrero, de donde es originario, gracias al boom turístico del Siglo XX, se popularizó la palabra Brody, derivada del anglicismo brother, es decir hermano, para referirse a otro hombre. Ese fue el motivo para que Enrique Bermúdez le otorgara el apodo al arquero mundialista.
Carlos el Sasa Salcita Salcido
El de Carlos Salcido es, quizás, uno de los motes más recordados en el historial del Perro. Aunque no existe un origen específico del apodo, Bermúdez solía hacer juegos de palabras que pasaron a la posteridad como el sobrenombre del exjugador de las Chivas, así como zambombazo, tiritito, al rinconcito, chidongongo, chifi chafa, entre otros.
Andrés Guardado el Zorro Plateado
Al igual que Jared Borgetti, Andrés Guardado fue formado en las fuerzas básicas de los rojinegros. Por ese motivo comparte el apodo con el talentoso delantero, aunque con el diferenciador de ser Plateado. Cabe mencionar que el Perro es fiel seguidor del Atlas.
Luis Hernández El Matador
El histórico goleador de la Selección Mexicana, Luis Hernández, recibió un apodo muy apartado del ámbito futbolístico. De acuerdo con el exjugador, en la década de los 90, el Perro le puso dicho sobrenombre porque en Televisa Deportes había un narrador de toros que guardaba un gran parecido con él.
Pavel Pardo El Bebé
Pavel Pardo brilló con las Águilas del América años después de haber debutado con los rojinegros del Atlas. El talento que demostró con los rojinegros fue suficiente para ser convocado con la Selección Mexicana en el año de 1998, cuando tenía 22 años. En aquel entonces era de los futbolistas más jóvenes de la plantilla, por lo que Bermúdez lo apodó como El Bebé.
Francisco Palencia El Gatillero
Paco Palencia es otro de los jugadores icónicos del futbol mexicano. Su destreza y habilidad para golpear el balón lo volvieron uno de los mejores tiradores de media y larga distancia. Gracias a dicho rasgo fue artífice de grandes anotaciones tanto con la selección como en los clubes que defendió, por lo que el Perro lo apodó como el Gatillero.
La Jirafa Francisco Gabriel de Anda
El único jugador que llegó a reclamar por su alias fue Francisco Gabriel de Anda. Debido a sus características físicas, el Perro lo nombró La Jirafa. Sin embargo, dejó de llamarlo de esa forma en las transmisiones en vivo a petición del propio jugador, quien indicó que sus amigos y parientes cercanos lo molestaban por el apodo.
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