En el comienzo de su segunda temporada con Red Bull Racing, la trayectoria de Sergio Pérez se tiene que remontar al 25 de marzo de 2012, el día que realmente nació la era de Checo en la Fórmula 1, porque hasta antes de esta fecha, el mexicano todavía pasaba desapercibido en la máxima categoría de automovilismo.
Fue en el Gran Premio de Malasia donde Checo Pérez se subió por primera vez a un podio y se ganó los reflectores del deporte motor, porque lo hizo a un ritmo inesperado por el Sauber C31 que manejaba y acechando a Fernando Alonso por la victoria.
Aunque era su segunda temporada en la Fórmula 1, el tapatío fue catalogado como el novato sensación tras aquella carrera y los equipos grandes se comenzaron a fijar en él, pues ante ojos de los especialistas, lo hecho por Sergio entraba en una categoría única.
Además de regresar la bandera de México a un podio de Fórmula 1 luego de 40 años, Checo regresó a Sauber al protagonismo bajo la era de BMW, ya que acumulaban un par de años sin conocer resultados positivos y acostumbrados a arañar algunos puntos.
Con apenas 22 años, Pérez puso en serios predicamentos al multicampeón de Ferrari, Fernando Alonso, e incluso la transmisión internacional pronosticaba un adelantamiento sobre las últimas vueltas de la carrera, pero los estragos de la lluvia pasaron factura y Checo tuvo un ligero despiste, por lo que el español tuvo una ventana de tiempo necesaria para finalizar en la primera posición
La hazaña del jaliscinese aumenta cuando se toma en cuenta que partió desde la novena posición, pero una lluvia torrencial provocó un caos en el reinicio de la competencia y se colocó tercero, por encima Webber, Vettel, Rosberg y hasta el propio Alonso.
Con un extraordinario manejo de neumáticos, el Ministro de Defensa Mexicano se mantuvo en segunda posición desde el giro 16, solo por detrás de un Fernando Alonso colosal, pues había puesto a Ferrari en la cima tras los problemas de rendimiento que tuvo todo el fin de semana, razón por la que partió en octavo lugar.
Luego de una detención de casi 50 minutos por la enrome cantidad de agua que cayó sobre el circuito, el Gran Premio se reanudó en la vuelta 10 con un orden en la parrilla único para la joven carrera de Checo: Hamilton era primero con McLaren, Jenson Button era segundo, Pérez tercero, Webber cuarto y Alonso quinto.
Rodeado de pilotos experimentados y ganadores, se reinició la carrera y en menos de 10 vueltas, las posiciones dieron un giro radical y los punteros eran, casi en solitario, Fernando Alonso y Sergio Pérez, quienes comenzaron una batalla épica por una victoria en el segundo GP del año.
El tapatío recortó más de 8 segundos de distancia con Alonso, al punto que tuvo al piloto español a menos de .400 segundos de distancia, con mejor estado en los neumáticos y mejor ritmo en el monoplaza, por lo que el rebase y el primer lugar parecía cuestión de tiempo.
A siete vueltas del final, Checo mordió como nunca antes a un campeón del mundo y buscó de manera ferviente su primera victoria en Fórmula 1, tanto que desde los pits le solicitaron que fuera más precavido, ya que la segunda posición era extraordinaria para su equipo.
Lamentablemente para la afición azteca, a solo seis del final de la carrera, Pérez tocó la parte húmeda de la pista y se salió, abriendo la brecha a cinco segundos con un Alonso que respiró profundo, pues se quedaba sin opciones para mantener la posición.
Debido a que Hamilton estaba a más de 10 segundos de distancia, el ligero error no pasó a mayores y se consolidó en la segunda posición, resultado con el que se ganó a la afición y al mundo de la F1, pues luego de otros dos podios en la temporada, dio el salto a la histórica escudería de McLaren.
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