Mike Tyson ha sido uno de los boxeadores más polémicos y excéntricos de los últimos tiempos. Además de sus peleas, su mordida a Evander Holyfield y sus escándalos, sus fanáticos recuerdan la mítica imagen suya junto a unos tigres de Bengalas, quienes fueron sus mascotas durante un tiempo. Esta semana, el ex campeón mundial de los pesos pesados recordó aquella época.
Hace algunos años, el ex púgil contó en el podcast Hotboxin que solía dormir con ellos en su cama: “Yo era muy tonto en ese entonces. No hay forma de domesticar a estos felinos en un cien por ciento, no hay manera de que eso pase. Ellos te matan por accidente, no es que tratan de hacerlo, lo hacen por accidente”.
Esta semana, durante un episodio del podcast Million Dollaz Worth of Game, conducido por el rapero Gillie Da King, reveló la peor pare de aquella experiencia. “Durmieron en mi cama. Lo peor del mundo eran sus malditos gases. A medida que crecen se dan cuenta con el castigo y ya no lo hacen”, comentó entre risas. Además, explicó que cada vez que se zambullían en el agua debían hacer sus necesidades ahí mismo: “Tan pronto como tocaban la piscina, defecan y todo, tan pronto como tocan el agua”.
Tyson fue consultado sobre la dieta que llevaban los tigres de Bengala: “Carne de caballo. También les gusta el pollo, así que la carne de pollo y de caballo. Comen muy lento. Comen muy lento. No son glotones, lo saben… conservan su peso, comen lo justo”. Además explicó que llegó a tener tres de ellos, además de algunos pumas y leones.
Fue entonces que el ex boxeador eligió a su animal favorito: “Leones de montaña. Son tan hermosos. Nunca has visto su cara. Tienen una cara verde. Una belleza increíble. Se ven muy simples a primera vista. Estos grises marrones, pero miras sus ojos y tienen ojos verdes. Hermosa cara”. Pero, Iron Mike reconoció que no eran fácil de domesticar y a medida que crecían era más complejo ya que no se sentían a gusto fuera de su hábitat natural.
En este sentido, contó que una vez recibió una mordida de uno de sus enormes felinos. “Le estaba dando una vacuna contra el tétanos y me mordió. Tenía miedo, tenía miedo. Seis, siete puntos de sutura y se acabó. También mi perro me mordió”.
En febrero de 2021, Tyson había detallado cómo fue que consiguió a los Tigres de Bengala. El ex púgil estaba en prisión, luego de haber sido declarado culpable de abuso sexual contra una joven de 18 años a la que había conocido en un concurso de belleza: “Así sucedió, estaba en la cárcel y estaba hablando con uno de mis amigos a quien le compré autos exóticos. Estaba diciendo que un amigo suyo le debía dinero. Y él dijo: ‘Si no me paga dinero, tomaré algunos de estos autos y los cambiaré por algunos animales’. Dije, ‘¿Qué tipo de animales?’ Dijo: ‘Caballos y esas cosas. ‘Mike, también tienen algunos tigres y leones agradables. Si tuvieras uno de esos, sería genial’”.
Vale recordar que a principios de los 90, Tyson era una de las personas más famosas y controvertidas del mundo, por lo que sumarle a su caótica vida unos felinos salvajes no parecía buena idea. Pero él no dudó: “Dije: ‘Sí, eso sería cierto. ¿Por qué no me pides un par? Saldré en un par de meses. Así que cuando salí volví a casa y tenía dos cachorros”. Iron Mike adquirió con el tiempo tres tigres de Bengala: Kenia, Storm y Boris, en una muestra de derroche e inconsciencia típica de su vida de aquel entonces.
La historia no terminó de la mejor manera. Incluso, en 2019 durante una entrevista que le concedió a la Revista GQ, contó el problema que tuvo con Kenia: “Sentía un gran afecto por ella. La cuidé, dormía con ella, la tuve en mi habitación. La tuve cerca de 16 años, pero ella se hizo demasiado vieja y tuve que deshacerme de ella cuando sus ojos y su cabeza empeoraron. Le arrancó el brazo a una persona”, sentenció Tyson.
Más tarde, en una charla vía Instagram con el rapero estadounidense Fat Joe, dio más detalles: “Alguien saltó la cerca justo donde estaba el tigre y empezó a jugar con él. El animal no conocía a esta mujer y ocurrió un feo accidente”. Big Mike admitió que le pagó una importante suma a la víctima a raíz de lo que le hizo su mascota: “Cuando vi lo que el tigre le hizo a su mano, yo tenía mucho dinero en aquel entonces, entonces le di 250 mil dólares porque ella estaba jodida”.
Luego de ese episodio, Tyson se deshizo del último de sus tigres. En la actualidad, posee algunos perros y muchas palomas, que le recuerdan a su infancia, cuando solía tener una, aunque ésta acabó en el basurero por un error.
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