El brutal crimen del ex jugador de la selección argentina de rugby Federico Martín Aramburu tiene a la sociedad francesa conmocionada. La Brigada Criminal ya logró dar con el paradero de una mujer que estaría vinculada al asesinato, pero el foco está puesto ahora en los dos hombres señalados como los que enfrentaron al deportista y lo mataron de más de cuatro disparos durante la mañana del sábado en pleno boulevard Saint-Germain, una de las zonas más coquetas de París.
El prestigioso diario Le Monde asegura que los investigadores del caso ya tiene “cada vez más claro” el “perfil del principal sospechoso”, quien está vinculado a grupos de extrema derecha y un prontuario asociado a la violencia. La mujer de 24 años deberá testificar en las próximas horas ante la Justicia para aclarar su rol en el ataque a Aramburu, aunque las primeras pistas indican que ella estaba al volante del Jeep militar en el que arribaron al sector de la agresión y en el que luego escaparon tras los disparos.
El medio France Blue aseguró que la Brigada Criminal llevó adelante controles en la zona del departamento de Var –al sudoeste del país– donde el acusado central tiene a su familia: “Es probable que estén armados”, apuntaron sobre los dos “miembros de la ultraderecha” que están intentando capturar para interrogar.
Los testigos del hecho y las cámaras de circuito cerrado ubicadas sobre distintos sectores del Distrito VI de París permitieron “identificar” a este principal sospechoso que tiene 28 años y es conocido por los servicios de inteligencia a raíz de su “extrema violencia”, además de estar acusado desde 2015 por “violencia agravada” en un caso de tortura con un ex compañero de la organización estudiantil de extrema derecha que compartían. “Es un ex comando de la Marina que recibe una pensión de invalidez por estrés postraumático”, lo definieron en el medio Marianne. Además, tuvo cierta relevancia mediática cuando se convirtió en empresario de indumentaria dirigida a su ideología bajo el lema: “Ropa diseñada por blancos para blancos”.
El diario Le Parisien también identificó a este principal sospechoso como Loïk LP, un nombre que había comenzado a circular durante las primeras horas del domingo poco después del crimen. También señalan que el tercer cómplice tiene unos 30 años y fue descripto como “un hombre corpulento, casi calvo y con barba negra”. El Marianne mencionó a este otro involucrado con el nombre de Romaine B. En relación a la mujer, todavía no se conoció el vínculo con estos dos hombres pero sí aseguran que el vehículo que está acusada de manejar sería propiedad del mencionado Loïk LP y también está la sospecha de que se encontraba en el local nocturno cuando se inició la pelea previa al crimen.
El paso a paso del hecho tiene cierta claridad a partir de la investigación: el conflicto se originó dentro del bar Le Mabillon y minutos más tarde, cuando Aramburu y su amigo se retiraron, aparecieron los personajes acusados para agredirlo nuevamente y dispararle en reiteradas ocasiones. Sin embargo, hay una gran confusión sobre cuál fue la raíz de la primera discusión.
Los datos de la noche que compartieron Aramburu con su ex compañero del Biarritz Olympique y socio en una empresa de viajes Shaun Hegarty son pocos. El argentino, casado y padre de tres hijos, compartía con el ex rugbier un negocio que se encargaba de organizar principalmente circuitos de viajes a Argentina para visitas vinculadas al rugby y al sector vitivinícola. “Los dos amigos querían comer algo al amanecer después de una fiesta. Era el espíritu de un tercer tiempo del rugby”, dijo Christophe Cariou-Martin, abogado de Hegarty, al Le Monde. “Hubo un altercado como puede haber al final de una velada”, relató un ex compañero del Biarritz que estaba presente en el lugar pero optó por el anonimato.
Los relatos indican que Aramburu estaba en el lugar comiendo una hamburguesa y luego se marchó con su socio del bar para “pedir helado”. Pero en el ínterin de esos movimientos se inició la pelea con las personas que poco después lo mataron. Muchos medios aseguran que el primer altercado se desató por un asunto “insignificante” como los que suelen “producirse en las trasnoches de los bares”, según definió el Le Monde. “Alguien habría lanzado ‘soy de aquí, soy francés de Francia’”, fue una de las frases que se gritaron antes que los seguridad del lugar disiparan la disputa inicial.
En algún momento de ese suceso, Aramburu habría forcejeado con las personas que luego lo asesinaron. Según un testigo, uno de ellos exhibió un brazalete de la Policía y otras versiones indicaron que uno de los involucrados mostró un revólver.
“El jugador de rugby habría tirado de la capucha a un miembro del otro grupo que se habría caído”, señaló una fuente. “Los dos grupos no se conocían antes del inicio de este altercado”, aseguró RMC Sport que detalló que el primer enfrentamiento se desató en la terraza del bar aunque otras descripciones hablaban que había sido en la puerta. Este mismo medio fue uno de los pocos que mencionó a “una disputa por una botella” como la raíz del conflicto aunque aclararon que “las circunstancias del comienzo de la pelea no están claras”.
El hombre de 42 años, que vistió en 22 oportunidades la camiseta de Los Pumas y fue clave en el histórico tercer puesto del Mundial 2007, decidió marcharse del lugar con su amigo poco después de lo ocurrido. Las cámaras de seguridad y los testigos sí sumaron mayores precisiones sobre el momento del crimen: un grupo de personas abordó a Aramburu y su amigo en la calle, forcejaron hasta que uno sacó un arma. Hubo entre cinco o seis disparos y al menos cuatro de ellos impactaron sobre el ex Puma: un proyectil ingresó en la columna vertebral, otro en el cuello, un tercero en el muslo derecho y el restante en la zona izquierda de su cuerpo. Los paramédicos arribaron rápido al lugar e intentaron reanimarlo, pero Aramburu murió en la calle.
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