Las emociones que un deportista profesional debe administrar a lo largo de la competencia tiene toda su profundidad de trabajo y esfuerzo para lograr controlarlas. Aunque la mayoría de los tenistas del circuito mantienen la cordura en la totalidad de los partidos, cada tanto aparece un caso que sale de la normalidad y llama la atención de los espectadores. En este caso, el reconocido jugador Fernando Verdasco no pudo esconder sus conflictos internos y casi pierde un partido a causa del mal manejo dentro de la cancha.
El Challenger de Phoenix recibió al español que viene haciendo un enorme esfuerzo para regresar a los torneos ATP para poder cerrar su carrera de la mejor manera posible, teniendo en cuenta que a los 38 años se ubica 150 del mundo. En los octavos de final, estaba 5-4 arriba en el tercer set frente al polaco Kamil Majchrzak y una seguidilla de errores no le permitían cerrar el encuentro. Con un 40-40 en el marcador, realizó una doble falta que rompió la concentración que venía manteniendo hasta el momento. “No es ahí Quino, no es ahí el problema. ¡No es ahí!”, exclamó mirando a su entrenador.
A continuación, con un punto de quiebre en contra, erró el primer saque y lanzó una reflexión al aire: “Mira que es un cuadro grande, cabrón”. Se trataban de pequeños comentarios hasta que una gran devolución de su adversario lo hizo perder el juego y también la paciencia. “Dime que siga. Dime que siga, que soy una mierda. ¡Dimelo! Punto de penalización, está bien”, lanzó Verdasco mirando a sus colaboradores, partiendo a la mitad su raqueta y aceptando el castigo que segundos más tarde le daría el juez de silla.
“Punto de penalización para Mr. Verdasco. 15-0″, exclamó el umpire con el encuentro 5-5. Lejos de enfriar la situación, Fernando nuevamente gritó antes del saque del polaco: “Dime que siga coño, dime que siga. Está muy bien. ¡Dimelo! A la puta bola de partido una caña o una red”. Automáticamente, la máxima autoridad del partido decidió darle un nuevo warning al español. “Penalidad de juego a Mr. Verdasco”, declaró a través del micrófono estableciendo el 6-5 a favor de Majchrzak.
La situación continuó creciendo y Verdasco le recordó una pelota que el árbitro no quiso ir a chequear si era buena o mala que terminó en punto a favor de Kamil. “Podés darle el partido si quieres. Por la pelota de allá podés darle el partido. Por la que no quisiste corregir porque estabas demasiado lejos. Eso está muy bien. Es una muy buena excusa”, apuntó mientras buscaba una nueva raqueta en su bolso a lo que el juez cerró: “Majchraz gana 6-5″.
Más allá de todas las penalizaciones, el español sacó a relucir toda su experiencia y terminó imponiéndose en el tie-break para ganar el encuentro. Lamentablemente, Fernando cayó inmediatamente en los cuartos de final frente al estadounidense Jeffrey John Wolf y se despidió del Challenger de Phoenix todavía en búsqueda de un rendimiento que le permita regresar a los torneos ATP a sus 38 años.
SEGUIR LEYENDO: