Muchos lo consideraron el sucesor de Ronaldo Nazario. Gracias a sus conquistas en el Flamengo, el Inter de Milán puso sus ojos. Así fue como de la mano de su imponente físico y su capacidad goleadora, se convirtió en uno de los delanteros más temibles en el fútbol mundial. Pero todo cambió con la repentina muerte de su padre y los excesos nocturnos, que lo llevaron a terminar su carrera alejado de los flashes.
El ex delantero Adriano, que llegó a ser llamado el Emperador por su porte, fue visto en una favela de Río de Janeiro en un estado complicado. A través de un video que se publicó en la red social Tik Tok, se lo puede ver al ex atacante de la Verdeamarela arriba de una moto como acompañante y con el torso desnudo. Al mismo tiempo, el usuario que capturó las imágenes mostraron al brasileño con una cerveza en la mano mientras hablaba con otras personas.
Rápidamente, el video se hizo viral en dicha plataforma y alcanzó casi las nueve millones de reproducciones. Por su parte, al poco tiempo se publicaron otras imágenes de Adriano en la que se lo puede ver a la persona con el teléfono móvil gritándole al ex jugador “Emperador, Emperador…”, al mismo tiempo que intenta saludarlo.
Hay que recordar que hace poco menos de un año, el futbolista que supo vestir la camiseta de varios clubes en Brasil y que con el seleccionado nacional obtuvo la Copa América 2004 y la Copa Confederación en 2005, escribió una extensa carta en el medio estadounidense The Players Tribune, espacio que los deportistas utilizan para recordar sus vivencias, en la que dio detalles de su dura infancia y de cómo fue su vida fuera del campo durante su etapa más exitosa.
El primer recuerdo en la mente de Adriano fue su niñez en los callejones de Río de Janeiro: “‘Las favelas’. Hasta esa palabra está mal. Los que no viven ahí no entienden de qué se trata. Siempre tiene una carga negativa y oscura. Siempre es sufrimiento y miseria. A veces es así, es complicado. Pero cuando recuerdo mi infancia se me viene a la mente lo mucho que me divertí. Volaba barriletes, trompos en la calle, patear la pelota en los pasillos”.
Luego de luchar constantemente ante las adversidades, una jugada durante una práctica fue suficiente para iluminar su camino en el fútbol: “En un entrenamiento me quedé con una pelota después de forcejear con los defensores y vi ese hermoso arco blanco enfrente de mis ojos. Disparé y la pelota pegó en el travesaño. Pero fue tan fuerte el remate que la pelota voló literalmente hasta la mitad de la cancha. Ahí se dieron cuenta que yo era distinto a los demás: al año me convocaron a la selección de Brasil y al siguiente me compró el Inter”, contó Adriano.
Al analizar su trayectoria, que incluyó un paso por la Roma en Italia, y una vez que regresó a su tierra natal también jugó en Corinthians y Atlético Paranaense hasta retirarse del fútbol profesional en el Miami United de Estados Unidos Adriano, el futbolista que anotó 170 goles en su carrera en los clubes realizó una reflexión final sobre su paso por el fútbol.
“No gané un Mundial. No gané una Copa Libertadores (¡Te odio Washington!). ¿Pero saben qué? Gané en todo lo demás. Tuve una vida increíble. Fui muy orgulloso de ser el Emperador. Pero sin Adriano, el Emperador es inútil. Adriano no usa corona, es un chico de los angostos callejones que fue tocado por Dios. ¿Me entienden ahora? Adriano no desapareció, sólo se fue a casa...”, dijo.
SEGUIR LEYENDO: