Mientras continúa la defensa de las tropas ucranianas contra la invasión de Rusia a su territorio tras más de 20 días de guerra, se hizo viral la historia de otro deportista que decidió sumarse a las fuerzas de su país para resistir el ataque. Alex Dolgopolov, que supo estar entre los mejores jugadores del circuito de tenis profesional, volvió a su país natal y se alistó en el ejército de Ucrania.
Alejado de la actividad desde 2018, Dolgopolov dio detalles de cómo decidió sumarse a la resistencia para combatir contra los rusos. “La guerra me atrapó en Turquía. Llegué allí el día antes de que todo comenzara y me llevé a mi hermana ya mi madre”, dijo el ex tenista en relación al comienzo del conflicto bélico.
“¿Por qué? Porque después de mucha información de las mejores agencias de inteligencia del mundo y mucha incredulidad en casa, entendí que las posibilidades de una guerra, con ataques en Kiev y en todo el país, eran muy altas. Entonces me pregunté qué ocurriría en los primeros días/semanas”, agregó en una larga explicación que publicó en sus redes sociales.
Profesional desde 2006, la raqueta ucraniana estuvo a un paso de ser Top Ten mundial: se ubicó en el puesto 13 del ranking ATP a principios de 2012 y cosechó tres títulos: en Umag, Croacia, en 2011 tras vencer al local Marin Cilic, otro al año siguiente sobre cemento en Washington al superar al alemán Tommy Haas y el último fue en Argentina. En 2017, superó en la final del Argentina Open al japonés Kei Nishikori para quedarse con el clásico trofeo del mate argentino.
Además, entre 2011 y 2017, sus años más destacados, fue finalista en otros seis torneos y también representó en varias ocasiones a Ucrania en la Copa Davis. Terminó su carrera con un récord de 221 victorias - 201 derrotas y un saldo de más de 7 millones de dólares en premios.
En la carta que compartió para sus seguidores, Alex explicó que entró en el “pánico generalizado” de todos sus compatriotas y que en los primeros días de la invasión se dedicó a informar con la verdad sobre la situación en su país y que prefirió “reunir dinero en lugar de perder el tiempo salvando a mi familia”. Luego de entrenar durante una semana con un ex militar, viajó a Ucrania para alistarse con las tropas locales.
“No soy Rambo en una semana, pero estoy bastante cómodo con las armas y puedo disparar de tres a cinco veces en la cabeza, a una distancia de 25 metros, esto con tranquilidad y en el ambiente de entrenamiento”, contó Dolgopolov sobre sus primeros contactos con las armas. Al mismo tiempo, en su cuenta de Twitter, mostró una foto en la que se puede ver el equipo que le fue dado para luchar contra la invasión de los rusos y a la que acompañó con una cita: “Solían ser raquetas y cuerdas, ahora esto”, escribió.
En la imagen se puede ver un chaleco antibalas, un casco de protección y un rifle y una estuche que contiene algo similar a un cuchillo.
“¡Este es mi hogar y lo defenderé! Con todos los que se quedaron. Muchas gracias y todo el respeto a las personas famosas que están en el terreno. Todo el respeto y estoy orgulloso de cómo este país está unido, incluso bajo presión de un dictador loco. ¡La verdad está detrás de nuestra tierra! Estaré en Kiev hasta nuestra victoria y después. Gloria a Ucrania”, se despidió el ex tenista, que también aclaró que antes de llegar a la ciudad de Kiev por la frontera con Polonia, pasó por Zagreb (Croacia) para abastecerse de un accesorio muy necesario en la guerra: los monoculares térmicos que identifican las fluctuaciones de calor.
Además de utilizar sus perfiles en las redes, Dolgopolov le brindó una entrevista al diario francés L’Equipe. “Estoy listo para dispararle al invasor ruso”, dijo, al mismo tiempo que hizo referencia al sentimiento de su familia por sumarse a las fuerzas de Ucrania.
“Están orgullosos porque es lo correcto, aunque no querían que me alistara porque tienen miedo de que me pase algo. Pero nadie puede impedirme hacer algo, tienen que aceptarlo. Soy un adulto, ¿quién va a detenerme? Si digo que voy a la guerra, voy. Por el momento, no envían al frente a personas que no tienen experiencia. A lo sumo, se colocan en determinados puestos de vigilancia para registrar los coches, por ejemplo”, explicó.
SEGUIR LEYENDO: